sábado, 4 de junio de 2011

LA LAMPARA DEL SANTUARIO

" La lámpara del Santuario " publicación iniciada el 1º de enero de 1870, cuyo editor, director y redactor fue D. LUIS DE TRELLES Y NOGUEROL, fundador de la Adoración Nocturna Española vino a cubrir la inquietud de éste en mantener viva la formación y fe eucarística de todos sus lectores.

Hoy traemos a este recuadro uno de los muchos artículos que, con periodicidad mensual publicaba D. Luis; mantiene su actualidad de pensamiento.

El Boletin mensual correspondiente a Junio de 2011 de la A.N.E. de la Diócesis de Tui-Vigo ha tenido a bien publicar el mismo, manteniendo vivo el espíritu del Siervo de Dios cuya positio se halla pendiente de que por la Gracia de Dios y para confirmar las virtudes del Fundador de nuestra Obra se produzca el Milagro deseado.

Para ello es preciso conocer a D. Luis; tenerlo presente en nuestras oraciones privadas ante el Señor para que se llegue a alcanzar las gracias pedidas a través de su intercesión.




LA EUCARISTÍA, ¿REFUGIO O COMPROMISO?

"Descansa sólo en Dios, alma mía
porque Él es mi esperanza;
sólo Él es mi roca y mi salvación
Mi alcázar; no vacilaré.
Pueblo suyo, confiad en Él
Desahogad ante Él vuestro corazón
Que Dios es nuestro refugio."

(Salmo 61)


La Sagrada Escritura, los salmos de un modo especial, son una llamada a confiar a
Dios. El es siempre quien no nos falla. Tantas veces repetidas las palabras de
JESUS "no temáis".

Porque son muchas las tormentas que -como los discípulos en la barca- pueden
atemorizarnos. La vida del hombre está sometida a mil temores. Sería una larga lista
el comentarlos. Están por una parte, los inherentes a nuestra limitada condición humana,sobre todo la enfermedad, la muerte...pero además, en nuestra situación familiar, laboral, existen sombras. En todas esas circunstancias hemos buscado en Dios un refugio.

Porque, además, puede estar esa otra tristeza que a veces nos invade. Como la
niebla invade el bosque en una tarde invernal. No sabemos de donde viene y cada vez
se hará más densa. E invade nuestra alma y hasta nuestros huesos. Es, quizás, la
tristeza, la soledad de ser hombre; de querer y no poder, de la insuficiencia de todo lo
humano (y pensamos que hasta de todo lo divino) para liberarnos de esa tristeza para
romper nuestra soledad.

Y también nuestro fallos, nuestros propósitos nunca cumplidos, nuestra insensibilidad
hacia lo que está un poco lejos de nosotros, este mundo podrido de guerras, de
hambre, de egoísmo, de desesperanza. Algo que nos parece írremontable. Y los tremendos
fallos de nuestra Iglesia a la que, con razón, confesamos santa porque Cristo
es su cabeza, y su palabra y sus sacramentos están en la Iglesia y porque en ella ha
habido y hay millones de santos, pero que, a la vez está llena de pecadores. ¡Pero los
pecados se ven tanto!. Y esto nos angustia, nos entristece, nos aplasta. Y por si fuera
poco, ésta cristianofobia que recorre todo el mundo.

Pero "¿Dónde vamos a ir, Tú tienes palabras de vida eterna?". Sabemos que Tú
estás en la barca, que estás con nosotros, que sufres con los sufrimientos de tantos
que sufren. Tenemos esperanza; sabemos que por encima de las nubes brillan el sol y
las estrellas. Y en Dios buscamos y encontramos siempre nuestro refugio. Y en la oración
aunque sea temerosa encontramos consuelo. Y sobre todo en el Pan encontraremos
satisfacción a nuestra hambre, fuerza en nuestra debilidad, confianza en nuestros
tormentos interiores y exteriores.

Pero la fe, la oración y la eucaristía no pueden nunca ser un mero refugio, una
huida. La fe, la esperanza y la caridad son para el cristiano un compromiso que se
actualiza en la Eucaristía. Esta tiene que ser motor de nuestra vida, exigencia de testimonio.
"No os sorprenda que el mundo os odie" (Un 3,12). Él nos envía, como a Él lo
envió el Padre, para que demos fruto, para ser luz y sol. Nos envió a sembrar, a sembrarnos.
Y en esa tarea encontraremos siempre consuelo, gozo y renovadas fuerzas.

(La Lámpara del Santuario,
3a época, n° 31)

1 comentario:

  1. Todo lo que sea difundir la obra del Venerable Luis de Trelles es esperanzador. Por si quieren ampliar pueden difundir el enlace www.trelles.es Web de amplísima información. Muchas gracias

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