viernes, 8 de junio de 2012

OFRENDA DEL ANTIGUO REINO DE GALICIA A JESÚS SACRAMENTADO


Se celebrará en la ciudad de LUGO, el domingo 17 de junio de 2012

Hemos recibido invitación del Consejo Diocesano de ANE de Lugo para participar
en los actos de este año, que comenzarán a las 11:00 horas, según el siguiente orden:

1. Imposición de lazos a las banderas, en el exterior de la Catedral.
2. Eucaristía, en la S. I. Catedral, ocupando las banderas el lugar asignado.
3. Procesión Eucarística

Los adoradores asistentes deberán llevar el distintivo correspondiente.

Animamos a participar a todos los adoradores, especialmente este año en el que
corresponde hacer la ofrenda a la ciudad de Tui

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Curiosa convocatoria; nos traslada a tiempos pasados en la historia, pero muy actuales y precisos en estos momentos en los que los Adoradores nocturnos debemos colaborar en todo lo concerniente a la Adoración al Santísimo Sacramento.

La difusión del acto y participación en el mismo corresponde al testimonio que en cada momento debemos procurar llevar patente al mundo para que todos podamos orar con El : " Señor yo creo, adoro, espero y os amo y os pido por los que no creen, adoran ni os aman ... "

Esta costumbre arraigada se celebra anualmente, este año le corresponderá hacer la ofrenda del mismo al Consejo Diocesano de Tui - Vigo; sirvan estas líneas para mover inquietudes en los corazones de todos los hombres y mujeres del mundo para que con actos como éste se Adore, Alabe y bendiga a JESUS SACRAMENTADO en cualquier parte de nuestra Geografía.

martes, 5 de junio de 2012

De los escritos del Siervo de Dios, Luis de Trelles


“¿A qué viene el Señor a permanecer entre nosotros? Pues a traernos en persona su amor y a recabar el nuestro”
LA ADORACIÓN Y LA PRESENCIA REAL
No hay duda que la adoración es el tributo que viene a buscar el Señor en su presencia real, porque es el verdadero culto de latría, que sólo a Dios es debido y que le ofrecen de una manera inefable los ángeles y los bienaventurados en la Gloria. […] hay de parte de nuestro Señor un beneficio inexplicable para nosotros, puesto que amar y adorar a Dios es una anticipación de la Bienaventuranza, que no consiste en otra cosa en su realidad esencial e íntima, sino en el amor que no se pierde, continuo e infinito de la criatura al Creador; amor que se funda en el conocimiento perfecto que nos concederá Dios en la vida beatífica, y en cuyo Misterio nace el amor del conocimiento como el rayo del sol, pues dice el Evangelio: “la gloria eterna es conocerte a Ti sólo Dios verdadero y al que enviaste Jesucristo”.

Con la diferencia empero de que el conocimiento que en la gloria tendremos es don absoluto y directo de Dios, y el conocimiento que se alcanza en este mundo por la gracia divina requiere la cooperación del hombre y el uso de sus potencias; lo cual a su vez es otra maravilla, porque se presta Dios Nuestro Señor a que estudiemos y meditemos sus atributos y sus beneficios para mover a nuestro corazón a amarle.

Pero de todos modos la esencia de la Adoración y el objeto de ella es el mismo en la presencia real que será en la bienaventuranza; y es más: que como la
Adoración es homenaje y el tributo que reclama la presencia real, viene a ser la Adoración un reflejo de la luz divina que irradia el augusto Sacramento. Y esto sólo basta para probar la afinidad que sirve de título al presente artículo. Pero no es ese el único objeto de nuestras reflexiones, pues el fin principal a que tendemos es más importante, porque es más práctico, y consiste en que, mirada la Adoración como efecto, y reflejo y fruto de la presencia real, constituye por sí sola la bienaventuranza inicial, porque realiza perfectamente la voluntad de Dios, y corresponde en cuanto cabe y permite la humana miseria al beneficio que la determina y labra la dicha inefable en el que la práctica, porque es una comunión espiritual cuyo grado de intensión depende en alguna manera del propio adorador. (L. S. tomo XX (1889) pág. 388 y 389)