domingo, 14 de septiembre de 2014
Sínodo sobre la familia, del 5 al 19 de octubre
Desde el anuncio de su convocatoria, por parte del papa Francisco, el Sínodo de Obispos ha suscitado gran expectación. El documento de trabajo “Instrumentum laboris” servirá para el debate dentro de la Asamblea sinodal. Se ha realizado teniendo en cuenta las respuestas de todas las diócesis del mundo al cuestionario enviado el pasado año.
Como es sabido, el tema es: “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización”. Un tema central para la Iglesia y para la sociedad. El documento que prepara la reflexión eclesial consta de tres partes. La primera trata sobre el plan y el designio de Dios sobre la familia. La segunda aborda algunos desafíos planteados actualmente a la familia: crisis de la fe, difusión de las parejas de hecho, uniones entre personas del mismo sexo, separados y divorciados que se han vuelto a casar, familias monoparentales, situaciones de irregularidad canónica, etc. En la tercera se presentan algunas cuestiones relacionadas con la apertura a la vida, la responsabilidad educativa de los padres, las dificultades en la recepción del magisterio de la Iglesia y la praxis sacramental.
En su conjunto, el documento proporciona una visión de la realidad de la familia en el contexto actual. Representa el inicio de una profunda reflexión, cuyo desarrollo se llevará a cabo en dos etapas: la Asamblea General Extraordinaria (2014) y la Ordinaria (2015). Es decir, en realidad, el Sínodo no termina con la Asamblea que va a tener lugar en el presente mes de octubre. El Papa ha convocado un segundo Sínodo de carácter ordinario para octubre del 2015. Se trata de una Asamblea más representativa, con la participación de mayor número de obispos, elegidos en las respectivas Conferencias Episcopales, que sobre la reflexión realizada, buscará orientaciones operativas pastorales.
La publicación del Documento de trabajo proporciona a toda la Iglesia la información pertinente para conocer qué hará y qué no hará el Sínodo, qué cuestiones se van a estudiar y debatir y, de manera especial, cuál es el punto de partida de todo el trabajo. Es un signo precioso de la comunión existente entre todas las Iglesias locales, que ayudará a hacer efectiva la colegialidad deseada en la Iglesia universal.
Eugenio Alburquerque, Director del Boletín Salesiano.
Artículo tomado del Boletín Diocesano de A.N.E. Málaga
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