El amor verdadero es incondicional
Hemos de trabajar por amar a Dios en todos; no porque nos agraden sino porque son obra de Dios y Él los ama. Amar a todos porque Dios les ama. Portarme como lo haría con quien más me agrada. Jamás comentarios que “rocen” la caridad. Amar a Dios en las criaturas. Todo lo bueno y lo bello es un reflejo de Dios.
Procure sembrar siempre paz a su alrededor y tenga un corazón grande; trabaje por conseguirlo siendo muy amplia para comprender y amar a todos y alegrarse de sus triunfos aunque sean a costa suya.
Saber comprender a los demás, sufrir su modo de ser, que por ser distinto al mío me choca, ceder en mis puntos de vista para evitar discusiones, procurar que se haga el gusto de los demás y no el mío.
Pida al Señor, que le dé un corazón grande, que sepa alegrarse del bien de los demás, que esté siempre dispuesto a ceder, a dejar paso, pero con paz y alegría, sin amargura ni resentimiento.
Que el Señor le conceda un corazón comprensivo, siempre dispuesto a hacerse cargo, a disculpar, a sacrificarse por los demás. ¡No fomente por Dios espíritu de tristeza! Al contrario, procure darse alegremente a todas y trate de hacer a todos felices sin pensar en sí misma.
La verdadera caridad no separa el amor de Dios del amor al prójimo, porque en realidad, es un solo amor. La caridad fraterna es la expresión más convincente del amor de Dios; nadie puede decir que ama a Dios si no ama al hermano... Amor verdadero, sobrenatural, desinteresado, que busca sólo el bien del otro sin esperar ni recibir nada en cambio.
El amor verdadero es incondicional, se da a todos y siempre; cuando empezamos a poner condiciones, empezamos a decaer en el amor. Cimentemos este amor al prójimo en el amor a Dios; porque amamos a Dios nos damos a los demás, sobrellevamos sus defectos, les servimos, les respetamos, les honramos, nos amoldamos a sus gustos, nos abajamos a ellos venciendo nuestro egoísmo, nuestro amor propio y nuestra inconstancia.
(1) Pensamientos del libro Destellos de Luz de Madre María de la Purísima de la Cruz. La Venerable Sierva de Dios Madre María de la Purísima de la Cruz, sucesora de Santa Ángela de la Cruz fue Madre General de las Hermanas de la Cruz desde 1977 hasta 1998. Madre María de la Purísima será beatificada en Sevilla doce años después de su paso a la Casa del Padre el próximo 18 de septiembre de 2010. Más información www.madremariadelapurisima.org
La Red del Pescador esta dirigida a todo el Pueblo de Dios, especialmente a aquellas personas con poca disponibilidad de tiempo, con dificultades para participar en la vida ordinaria de su comunidad parroquial o eclesial, pero que asisten a la Eucaristía del domingo o que sintiéndose cerca de la Iglesia no se sienten parte. La Red del Pescador es un instrumento pastoral ágil y directo, es una comunicación pastoral que se recibe por correo electrónico una vez por semana, los martes. Es una reflexión breve para iluminar la semana a nivel personal y eclesial. Para inscribirse en el envío semanal apostoladoseglar@archisevilla.org, más información en www.archisevilla.org
miércoles, 2 de junio de 2010
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