sábado, 25 de octubre de 2014

Vigilia Interdiocesana en Menorca de los Consejos Diocesanos de A.N.E. en Baleares en recuerdo al Beato Juan Huguet Cardona

VIGILIA INTERDIOCESANA DE LA ZONA DE LAS BALEARES EN FERRERIES (MENORCA) EL 4 DE OCTUBRE DE 2014

Se celebró, conforme a lo previsto, dicha Vigilia Interdiocesana en homenaje al Beato Juan Huguet Cardona, presbítero y mártir, en el primer aniversario de su beatificación, que se cumplirá el próximo día 13 del corriente.


Fue en la localidad donde vivió con su familia desde muy pequeño (había nacido en Alaior) y donde empezó su ministerio sacerdotal, truncado prematuramente, y santamente, por su glorioso martirio el 23 de julio de 1936. Poco después de su primera comunión había ingresado en los Tarsicios de la sección de Ferreries, sección todavía vigente si bien con una media de edad muy elevada.

El Sr. Obispo de Menorca, Mons. Salvador Giménez Valls, presidió todos los actos, renunciando por ello a asistir a la toma de posesión del nuevo Metropolitano, Cardenal Antonio Cañizares Llovera, Arzobispo de Valencia.

Presidió la Misa Estacional en la iglesia de Santa María, de la citada localidad, llena a rebosar, pues coincidía con el inicio del curso catequístico, de familias, niños y representación de todas las edades y generaciones. Concelebraban con el Sr. Obispo, el párroco de Ferreries y director espiritual de aquella sección, Mn. Joan Febrer, el director espiritual de la sección de Mahón y diocesano de Menorca, Mn. Joan Miquel Sastre, el director espiritual de la sección de Ciutadella, Rvdo. D. Silvino Beruete SDB, el director espiritual diocesano de Mallorca y de la sección de sa Pobla, Mn. Joan Pons, y su inmediato antecesor en el cargo, M.I.Mn. Joan Darder. Ejerció su ministerio el vicedirector diocesano de Mallorca, Mn. Joan Juan Bordoy, diácono permanente El presidente de la sección de Calvià (Mallorca), Sr. Joan Juan Lladó, fue el encargado de presentar las intenciones de la vigilia en la oración de los fieles. Lectores, acólitos y cantores los de la comunidad parroquial.

Acabada la misa y expuesto el Santísimo por el Sr. Obispo, se organizó la procesión hacia la histórica parroquia de San Bartolomé, donde reposan los restos del Beato. Cabe notar que se trataba de la primera procesión eucarística en años, pues hace tiempo se dejó de celebrar la del Corpus en la localidad. A pesar de ello, la organización, el orden, el respeto, el silencio y la participación en los cantos (los más populares eucarísticos en catalán y castellano) fue ejemplar, habiéndose escogido el recorrido más largo. Las banderas presentes fueron, además de la local, las de las secciones menorquinas de Mahón y Ciutadella, y las mallorquinas de Palma, Calvià, Sóller y sa Pobla.

Llegados a la parroquia, esta se llenó de fieles. Se calcula que participaron activamente en la vigilia unos 150 por las separatas utilizadas (en la misa y procesión la afluencia fue mayor), además del Sr. Obispo, que presidió en todo momento, y los concelebrantes y diácono mencionados, a los que se unieron Mn. Guillem Pons, vicepostulador de la causa del Beato, y Mn. Gerard Villalonga, vicario general de la Diócesis, además del sacerdote más joven de la misma, recién ordenado.

La vigilia constó de Oficio de Lectura en forma vigiliar prolongada del común de un mártir, con homilía del Sr. Obispo después del evangelio (el párroco había predicado en la misa), oración en silencio, bendición y reserva del Santísimo, cántico de la antífona mariana final (Salve Regina) y veneración a los restos del Beato con cántico apropiado (glosa al evangelio proclamado del “grano de trigo”) y su oración litúrgica, encabezada por el Sr. Obispo y clero.

Resultó sobrecogedor el orden en que se desarrolló la acción litúrgica. El himno y uno de los salmos fueron cantados a cargo del animador musical de la parroquia. Los demás a dos coros, actuando de salmista el delegado de Zona. Fueron lectores un adorador local y otro de Palma, tesorero del Consejo Diocesano. Naturalmente, el diácono proclamó el evangelio. El Te deum fue cantado en gregoriano, alternando clero y fieles. La música se sostuvo dignamente en todo momento a pesar de carecer de acompañamiento instrumental.

La familia del Beato acogió con entusiasmo dichas celebraciones y así nos lo manifestó, al igual que el Sr. Obispo, párroco y numerosos fieles.

Damos gracias a Dios por el buen resultado que nos concedió en su infinita misericordia.

Informa: Santiago M. Amer Pol, Delegado de Zona de A.N.E. en Baleares

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