sábado, 4 de marzo de 2017

ORAR EN CUARESMA


De noche iremos, de noche,
que para encontrar la fuente
sólo la sed nos alumbra.

Este poema es de san Juan de la Cruz. La vida es como una noche que hay que atravesar. La sed de Dios es nuestra luz hasta que lleguemos a la fuente del agua de la plenitud.

ORACIÓN-RELAJACIÓN

*    Para orar en Cuaresma has de tener el deseo de conversión. En Cuaresma la oración y la conversión van de la mano. Deja que tu oración brote del silencio.
*    Toma una postura orante, cierra los ojos y disponte a entrar en tu silencio interior.
*    Que en ese momento tu corazón se haga orante, lugar de interioridad para que el Espíritu encienda el deseo de conversión, sobre todo la conversión al amor.
*    Tu cuerpo relajado, en calma, sin tensiones. Todo tu cuerpo silencioso, sin tensiones. Concéntrate donde haya alguna tensión y deja que esa tensión se diluya al enviar el amor que brota en la fuente de tu corazón.
*    Ahora silencia tus sentimientos negativos. Que sólo nazcan en ti sentimientos de paz, de alegría, de perdón, todo revestido de amor.
*    Y en tu mente ningún pensamiento, sólo a Cristo y él, crucificado, crucificado de amor y amor por ti. Jesús se dejó crucificar por ti. Ese amor de Jesús en la cruz te ha de llenar de paz.
*    Encuentra la paz en la cruz, en tu cruz. Y en la cruz la paz del amor. Amor a Dios y amor a todos.
*    Tras el amor de la cruz está la luz de la aurora que todo lo resucita, las flores recuperan su color, los pájaros alaban con su canto al Dios de la vida.
*    Quédate en silencio amando y escuchando en silencio; no dejes de amar.
*    Deja que esta oración sea oración y no otra cosa. Sea tu oración incienso agradable a Dios.
Oh pobreza, fuente de riqueza. Jesús siémbranos almas de pobres.
(Rafael Prieto Ramiro)

CUENTO PARA ORAR: SER LUZ TRANSFIGURADA
Hay un relato de los primeros Padres de la Iglesia que suscita algunas preguntas. En cierta ocasión, un estudiante preguntó a su maestro: “¿Cuál es la diferencia entre una persona que tiene sabiduría y conocimiento y otra que está iluminada?”
El maestro respondió inmediatamente: “Es muy fácil. La que tiene sabiduría y conocimiento es la que lleva una antorcha en la oscuridad e ilumina el camino. La que está iluminada es la que se ha convertido ella misma en antorcha.”
http://bzypvq.bay.livefilestore.com/y1pLeMZWaZUu1MiwdWKRiWVD5fRvrghECeOhsBUzZ5v1ehrclFlXZFnMkk4GfVuseVkHYKHiDjILTOnt9j5TYJ1Xw/BarraFloresCTV_68a.gifEntonces, miró al estudiante atentamente y le preguntó: “¿En qué clase de persona quieres convertirte?” (M. Mckenna, La cuaresma día a día)




(Artículo extraído del Boletin nº 219 diocesano de A.N.E. Toledo, Marzo - Abril 2017 )
fotografia: C. Medina

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