sábado, 23 de febrero de 2019

CORONA DE LOS SIETE DOLORES DE LA VIRGEN MARÍA


La Stma. Virgen María manifestó a Sta. Brígida que
concedía siete gracias a los que diariamente le honrasen
considerando sus lágrimas y dolores y rezando siete
Avemarías:
1ª – Pondré paz en sus familias.
2ª – Serán iluminados en los Divinos Misterios.
3ª – Los consolaré en sus penas y los acompañaré en sus
trabajos.
4ª – Les daré cuanto me pidan con tal que no se oponga a la
voluntad adorable de mi Divino Hijo y a la santificación de sus
almas.
5ª – Los asistiré visiblemente en el momento de sus muerte;
verán el rostro de su madre.
6ª – He conseguido de mi Divino Hijo que las almas que propaguen esta devoción a mis lágrimas y dolores sean trasladadas
de esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente, pues
serán borrados todos sus pecados, y mi Hijo y Yo seremos su
consolación y alegría.
( Rezar despacio, meditando estos dolores ):
1º - Dolor: La profecía de Simeón, en la presentación del Niño Jesús.
Virgen María: por el dolor que sentiste cuando Simeón que
una espada de dolor atravesaría tu alma, por los sufrimientos de
Jesús, y ya en cierto modo te manifestó que tu participación en
nuestra redención como corredentora sería a base de dolor; Madre, en este dolor O y, por los méritos del mismo, haz que seamos dignos hijos tuyos y sepamos imitar tus virtudes.
Dios te salve María, O
2º - Dolor: La huída a Egipto con Jesús y José.
Virgen María: por el dolor que sentiste cuando tu viste que
huir precipitadamente tan lejos, pasando grandes penalidades,
sobre todo al ser tu Hijo tan pequeño; al poco de nacer, ya que
era perseguido de muerte el que precisamente había venido a traernos vida eterna; te acompañamos Madre en este dolor O y, por el pecado y haz que podamos recibir los frutos de la redención.
Dios te salve María, (
6º - Dolor: La lanzada y el recibir en brazos a Jesús ya muerto.
Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la lanzada que dieron en el corazón de tu
Hijo; sentirías como si la hubieran dado en tu propio corazón; el
Corazón Divino, símbolo del gran amor que Jesús tuvo ya no solamente a Ti como Madre, sino también a nosotros por quienes
dio la vida; u Tú, que habías tenido en brazos a tu Hijo sonriente
y lleno de bondad, ahora te lo devolvían muerto, victima de la
maldad de algunos hombres y también víctima de nuestros pecados; te acompañamos, Madre, en este dolor O y, por méritos del
mismo, haz que sepamos amar a Jesús como Él nos amó.
Dios te salve María, (
7º - Dolor: El entierro de Jesús y la soledad de María.
Virgen Mará: por las lágrimas que derramaste y el dolor
que sentiste al enterrar a tu Hijo; Él, que era creador, dueño y señor de todo el universo, era enterrado en tierra; llevó su humillación hasta el último momento; y aunque Tú supieras que al tercer
día resucitaría, el trance de la muerte era real; te quitaron a Jesús
por la muerte la más injusta que se haya podido dar en todo el
mundo en todos los siglos; siendo la suprema inocencia y la
bondad infinita, fue torturado y muerto con la muerte más ignominiosa; tan caro pagó nuestro rescate por nuestros pecados; y
Tú, Madre nuestra adoptiva y corredentora, le acompañaste en
tos sus sufrimientos; y ahora te quedaste sola, llena de aflicción;
te acompañamos, Madre, en este dolor O y, por los méritos del
mismo, concédenos a cada uno de nosotros la gracia particular
que te pedimos ( OOO. ).
Dios te salve María, O
Gloria al Padre O
Articulo publicado en el Boletín diocesano de ANE, ASIDONIA-JEREZ

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