domingo, 19 de diciembre de 2021
Cuarto domingo de Adviento. Lucas 1, 39-45 Meditar el evangelio con
tres puntos.
Santa María de la Visitación es la gran protagonista del Adviento. Le esperó con inefable amor de Madre. Nadie como Ella trae en su seno la esperanza deseada. En el éxtasis de su Amor, se pone en camino para llevar a Jesús a su prima Isabel, como su mejor servicio a la humanidad pobre y que esperaba la salvación de Israel
1. María va deprisa, como decía el poeta, el bien hay que hacerlo enseguida porque el mal no pierde el momento. Va a servir y a dar a Jesús ya desde su seno virginal. Su Amor le hace recorrer kilómetros de esperanza para llevar al Redentor del mundo a los que sufren. Es siempre estar en camino hacia las periferias para llevar al Amor de los amores.
2. Es precioso lo que le dice su prima Isabel. Dichosa, feliz la que ha creído. No existe mayor felicidad que la fe. Solo creer en el Señor, en el Hijo de María, nos hace plenamente feliz. Este es el drama de nuestra tierra que cuanto más se aleja de Jesús, más se hunde en el fango de una tristeza de muerte.
3. María proclama el Magníficat, el canto donde María como pobre de Yahvé revela el verdadero rostro del Señor. Como nos ama con su Corazón, porque el Señor siempre derriba del trono a los poderosos y ensalza a los humildes.
+ Francisco Cerro Chaves
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