sábado, 31 de julio de 2010

En la FESTIVIDAD de SAN IGNACIO DE LOYOLA

El amor de Dios es la fuente del entusiasmo de Ignacio por la salvación de las almas, por las que emprendió tantas y tan grandes cosas y a las que consagró sus vigilias, oraciones, lágrimas y trabajos.

Se hizo todo a todos para ganarlos a todos y al prójimo le dio por su lado a fin de atraerlo al suyo.

Recibía con extraordinaria bondad a los pecadores sinceramente arrepentidos; con frecuencia se imponía una parte de la penitencia que hubiese debido darles y los exhortaba a ofrecerse en perfecto holocausto a Dios, diciéndoles que es imposible imaginar los tesoros de gracia que Dios reserva a quienes se le entregan de todo corazón.

El santo proponía a los pecadores esta oración, que él solía repetir: "Tomad, Señor y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad. Vos me lo disteis; a vos Señor, lo torno. Disponed a toda vuestra voluntad y dadme amor y gracia, que esto me basta, sin que os pida otra cosa".

(www.corazones-org)


REFLEXIONES DE SAN IGNACIO DE LOYOLA

Reflexiones claves del Diario Espiritual de San Ignacio De Loyola

- Dios me ama más que yo a mí mismo.- ¡Siguiéndoos, Jesús, no me puedo perder!- Dios proveerá lo que le parezca mejor.- ¡Señor, soy un niño! ¿A dónde me lleváis?- ¡Jesús, por nada del mundo te dejaría!

- ¿Qué queréis, Señor, de mí?- ¡Señor, sostenedme con vuestra gracia!- ¡No merezco, Señor, cuanto recibo!- ¡Dadme, Señor, vuestro amor y gracia, éstas me bastan!- Jesús, sé mi guía, condúceme.

( www.corazones.org)

COMENTARIO SOBRE EL EVANGELIO del DOMINGO

OVIEDO, viernes, 30 de julio de 2010 (ZENIT.org).- Publicamos el comentario al Evangelio del próximo domingo, XVIII del tiempo ordinario, 1 de agosto (Lucas 12,13-21), redactado por monseñor Jesús Sanz Montes, ofm, arzobispo de Oviedo, administrador apostólico de Huesca y de Jaca.

* * *
Alguien del público increpa a Jesús para que medie en una trifulca familiar a propósito de la herencia.

Ese "poderoso caballero, don dinero", cupido de la codicia, es tremendamente seductor, y en las jaulas de sus señuelos han ido cayendo los hombres de todos los tiempos.

Jesús quiere, más allá de la disputa puntual que aquel suceso le planteó, desenmascarar el torpe chantaje que siempre supone el dios dinero, el ídolo del tener, la falsa seguridad de acumular. La conseja de la parábola de este Evangelio: "túmbate, come, bebe y date buena vida", la vemos corregida y aumentada, hoy igual que hace veinte siglos, por las consignas hedonistas, a las que nos empujan los adoradores de los nuevos becerros de oro: compre, consuma, cambie, aspire, goce, disfrute...

No es que Jesucristo y el cristianismo sean tristes y entristecedores, aguafiestas de la vida, pero ponen en guardia ante la propaganda fácil de una felicidad falsa. Se denuncia que poco a poco vayamos creyéndonos todos que el problema de nuestra felicidad depende de lo que tengo y acumulo. El problema viene cuando nos quitamos el disfraz del personaje y emerge la realidad de la persona, el drama viene cuando en el camerino de nuestra intimidad nos quitamos los maquillajes sociales y aparecen las arrugas de nuestra alma que habíamos camuflado bajo tantas apariencias.

Y cuando los profetas del consumo van llevando nuestra insatisfecha sociedad al jardín de las delicias de dios dinero; y cuando logrado el objetivo propuesto de adquirir o disfrutar de lo que se nos prometía lo último de lo último, seguimos masticando la tristeza y el hastío; y cuando en esta interminable espiral de ansiedad constatamos que nos falta demasiado para vivir felizmente; y cuando entrando al trapo del consumo, del dinero y del placer inhumano, lo que mayormente conseguimos es agobio, vanidad, enfrentamiento, ansiedad, injusticias, deshumanización... etc, entonces miramos los cristianos a Jesús, como aquellos otros hicieron hace dos mil años, y creemos que la única riqueza que no mancha, ni corrompe, ni ofende, ni destruye, es esa de la cual hablaba Él: "no amasar riquezas para sí, sino ser rico ante Dios".

Entonces, a la luz de este Evangelio, comprendemos que efectivamente Jesús no es rival de lo bueno, ni de lo bello, ni de lo gozoso, pero sí es implacable contra todo intento deshumanizador que pretende comprar y vender la felicidad y la dicha, bajo una bondad, una belleza y una alegría que son falsas, sencillamente falsas.

martes, 27 de julio de 2010

UN SIMPLE HOMBRE QUE CON SU HUMANIDAD BUSCA SEGUIR A JESÚS Y SERVIR A SUS HERMANOS

Carta del P. Martín Lasarte, salesiano uruguayo que hace casi 20 años está en Angola (África). Es una carta dirigida al periódico New York Times, que se ha empeñado en una campaña mediática contra la Iglesia y el Papa, más allá del doloroso escándalo de los sacerdotes que han sido motivo de escándalo por sus inconductas sexuales aberrantes.

Querido hermano y hermana periodista:

Soy un simple sacerdote católico. Me siento feliz y orgulloso de mi vocación. Hace veinte años que vivo en Angola como misionero.

Me da un gran dolor por el profundo mal que personas que deberían de ser señales del amor de Dios, sean un puñal en la vida de inocentes. No hay palabra que justifique tales actos. No hay duda que la Iglesia no puede estar, sino del lado de los débiles, de los más indefensos. Por lo tanto todas las medidas que sean tomadas para la protección, prevención de la dignidad de los niños será siempre una prioridad absoluta.

Veo en muchos medios de información, sobre todo en vuestro periódico la ampliación del tema en forma morbosa, investigando en detalles la vida de algún sacerdote pedófilo. Así aparece uno de una ciudad de USA, de la década del 70, otro en Australia de los años 80 y así de frente, otros casos recientes… Ciertamente ¡todo condenable! Se ven algunas presentaciones periodísticas ponderadas y equilibradas, otras amplificadas, llenas de preconceptos y hasta odio.

¡Es curiosa la poca noticia y desinterés por miles y miles de sacerdotes que se consumen por millones de niños, por los adolescentes y los más desfavorecidos en los cuatro ángulos del mundo!

Pienso que a vuestro medio de información no le interesa que yo haya tenido que transportar, por caminos minados en el año 2002, a muchos niños desnutridos desde Cangumbe a Lwena (Angola), pues ni el gobierno se disponía y las ONG’s no estaban autorizadas; que haya tenido que enterrar decenas de pequeños fallecidos entre los desplazados de guerra y los que han retornado; que le hayamos salvado la vida a miles de personas en Moxico mediante el único puesto médico en 90.000 km2, así como con la distribución de alimentos y semillas; que hayamos dado la oportunidad de educación en estos 10 años y escuelas a más de 110.000 niños...

No es de interés que con otros sacerdotes hayamos tenido que socorrer la crisis humanitaria de cerca de 15.000 personas en los acuartelamientos de la guerrilla, después de su rendición, porque no llegaban los alimentos del Gobierno y la ONU.

No es noticia que un sacerdote de 75 años, el P. Roberto, por las noches recorra las ciudad de Luanda curando a los chicos de la calle, llevándolos a una casa de acogida, para que se desintoxiquen de la gasolina, que alfabeticen cientos de presos; que otros sacerdotes, como P. Stefano, tengan casas de pasaje para los chicos que son golpeados, maltratados y hasta violentados y buscan un refugio.

Tampoco que Fray Maiato con sus 80 años, pase casa por casa confortando los enfermos y desesperados.

No es noticia que más de 60.000 de los 400.000 sacerdotes, y religiosos hayan dejado su tierra y su familia para servir a sus hermanos en una leprosería, en hospitales, campos de refugiados, orfanatos para niños acusados de hechiceros o huérfanos de padres que fallecieron con Sida, en escuelas para los más pobres, en centros de formación profesional, en centros de atención a seropositivos… o sobretodo, en parroquias y misiones dando motivaciones a la gente para vivir y amar.

No es noticia que mi amigo, el P. Marcos Aurelio, por salvar a unos jóvenes durante la guerra en Angola, los haya transportado de Kalulo a Dondo y volviendo a su misión haya sido ametrallado en el camino; que el hermano Francisco, con cinco señoras catequistas, por ir a ayudar a las áreas rurales más recónditas hayan muerto en un accidente en la calle; que decenas de misioneros en Angola hayan muerto por falta de socorro sanitario, por una simple malaria; que otros hayan saltado por los aires, a causa de una mina, visitando a su gente. En el cementerio de Kalulo están las tumbas de los primeros sacerdotes que llegaron a la región… Ninguno pasa los 40 años.

No es noticia acompañar la vida de un Sacerdote “normal” en su día a día, en sus dificultades y alegrías consumiendo sin ruido su vida a favor de la comunidad que sirve.

La verdad es que no procuramos ser noticia, sino simplemente llevar la Buena Noticia, esa noticia que sin ruido comenzó en la noche de Pascua. Hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece.

No pretendo hacer una apología de la Iglesia y de los sacerdotes. El sacerdote no es ni un héroe ni un neurótico. Es un simple hombre, que con su humanidad busca seguir a Jesús y servir sus hermanos. Hay miserias, pobrezas y fragilidades como en cada ser humano; y también belleza y bondad como en cada criatura…

Insistir en forma obsesionada y persecutoria en un tema perdiendo la visión de conjunto crea verdaderamente caricaturas ofensivas del sacerdocio católico en la cual me siento ofendido.
Sólo le pido amigo periodista, busque la Verdad, el Bien y la Belleza. Eso lo hará noble en su profesión.
En Cristo,
P. Martín Lasarte sdb
Angola

(blogs.diariosur.es)

domingo, 25 de julio de 2010

II ENCUENTRO de OBISPOS ESPAÑOLES y FRANCESES del CAMINO de SANTIAGO

SANTIAGO DE COMPOSTELA, jueves 22 de julio de 2010 (ZENIT.org).-

Obispos de diócesis españolas y francesas por las que pasa el Camino de Santiago se han comprometido juntos a atender y potenciar el Camino como lugar privilegiado de evangelización.

Lo han hecho durante el II Encuentro de los Obispos franceses y españoles de los Caminos de Santiago, celebrado en el seminario mayor de Compostela los días 19 y 20 de julio.

“Los participantes en este encuentro concluyeron la importancia de una futura pastoral común para los Caminos de Santiago, con el fin de dinamizar la dimensión espiritual de estas vías de peregrinación, que hunden sus raíces en la historia misma de Europa y son objeto de una frecuentación progresiva”, indica un comunicado del arzobispado de Santiago.

Los obispos trataron una serie de cuestiones como el sentido de la peregrinación, la preparación espiritual, la asistencia espiritual, los temas de meditación a lo largo del Camino y la atención a los no peregrinos (sino caminantes).

Debatieron sobre el patrimonio religioso y cultural de los caminos y el diálogo entre fe y cultura, la acogida, los albergues y el voluntariado, el papel de los monasterios y la apertura de las iglesias y capillas.

Camino de Emaús

También abordaron la inteligibilidad de los signos y de la señalización. En este sentido, los obispos intercambiaron sus experiencias pastorales en el Camino y destacaron que el icono gráfico del Camino podría ser el Camino de Emaús.

En Emaús, los dos discípulos van desanimados y Jesús se hace presente, compartieron los prelados

Y coincidieron en destacar que, como actualmente en el Camino de Santiago, los peregrinos se ponen “en ruta” sin saber muy bien el porqué y sin una motivación expresamente de fe.
Sin embargo, añadieron, Jesús se sigue haciendo presente porque los peregrinos viven la experiencia de encuentro con ellos mismos, con los demás y con Dios.

Pastoral conjunta

El arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, monseñor Francisco Pérez González, destacó la ilusión que sienten por el proyecto los siete obispos franceses y los siete obispos españoles participantes en el encuentro.

“Hemos estudiado cómo evangelizar, cómo llevar la palabra de Dios, la vida sacramental, una pastoral conjunta para que los distintos lugares en los que hay encuentros (Burdeos, Toulousse, Pamplona, Palencia, Lugo, Santiago,...) ofrezcan acogida a los peregrinos”, declaró a Radio Vaticano.

“La Iglesia debe seguir siendo misionera, especialmente en estos momentos en que Europa ha perdido su propia identidad -añadió-. Que Europa no pierda sus propias raíces, como pedía Juan Pablo II en Santiago de Compostela”.

El encuentro se celebró por invitación del arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, y con motivo del Año Santo Jacobeo, que se celebra este 2010, como cada año en que la fiesta de Santiago Apóstol cae en domingo.Se celebra tras un I Encuentro, celebrado en Roncesvalles el 4 de mayo de 2009.

NOVENA A SANTIAGO
Concluyendo el encuentro, el martes por la tarde, comenzó en la catedral compostelana la novena a Santiago, presidida por monseñor Barrio y por el arzobispo de Burdeos y obispo de Bazas, el cardenal Jean Pierre Ricard.
El cardenal Ricard agradeció la acogida del Cabildo de Santiago y oró por todos los peregrinos que se han encontrado durante su peregrinación.
“En el momento en que venimos a rogar sobre su tumba, la gracia que podemos pedir al apóstol Santiago es que renueve en lo más profundo de nosotros el dinamismo apostólico, la experiencia original de aquellos cuya vida ha transformado su encuentro con Cristo Jesús”, dijo.
“La experiencia de Santiago es ante todo la de una puesta en marcha -destacó-. Con Juan, su hermano, Pedro, Andrés y los otros apóstoles, Santiago entendió esta llamada para dejarlo todo y seguir a Cristo”.
“Dejaron su familia, su pueblo, su profesión, las orillas del lago, sus proyectos, sus sueños, para seguir a Jesucristo”, continuó.
“Tan sólo este desgarramiento les permitió echar a andar, descubrir una nueva vida, la experiencia de una conversión personal, el descubrimiento de un rostro inédito de Dios, a través del rostro del profeta de Nazaret”, indicó.
Y añadió: “La experiencia de la marcha, en el marco de una peregrinación, hace participar a quienes la viven de esta experiencia apostólica”.
Pero, advirtió, “no hay experiencia apostólica si no somos capaces de partir, sin austeridad”.

“Pidamos a Santiago -invitó- que permanezcamos, nosotros también, unidos siempre al Señor, que sintamos su ternura y que descubramos la fuerza siempre nueva de su fidelidad.”
“No tengamos miedo de enfrentarnos con las bromas, el escarnio o la oposición frontal al mensaje evangélico -alentó-. ¡Que nuestra oración sobre la tumba del Apóstol Santiago renueve en nosotros el ánimo y el ardor de los primeros apóstoles!”.

S.S. BENEDICTO XVI, ANGELUS 11 de Julio 2010

Queridos hermanos y hermanas:Desde hace unos días, como podéis ver, he dejado Roma con motivo de mi estancia veraniega en Castel Gandolfo. Doy las gracias a Dios que me ofrece la posibilidad de descansar.

A los queridos habitantes de esta hermosa localidad, adonde regreso siempre con gusto, dirijo mi cordial saludo.

El Evangelio de este domingo comienza con la pregunta de un doctor de la Ley a Jesús: "Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la Vida eterna?" (Lucas 10, 25). Sabiendo que era experto en las Sagradas Escrituras, el Señor invita a ese hombre a dar él mismo la respuesta, que formula perfectamente, citando los dos mandamientos principales: amar a Dios con todo el corazón, toda la mente y todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo.

Entonces, el doctor de la Ley, como justificándose, pregunta: "¿Y quién es mi prójimo?" (Lucas10, 29). Esta vez, Jesús responde con la famosa parábola del "Buen Samaritano" (cf. Lucas 10, 30-37), para indicar a que a nosotros nos corresponde hacer de cualquier persona que tenga necesidad de ayuda nuestro "prójimo".

El Samaritano, de hecho, atiende al desconocido que los ladrones han dejado medio muerto por el camino; mientras que un sacerdote y un levita habían pasado por delante, pensando quizá que se contaminarían si entraban en contacto con su sangre, según un precepto.

La parábola, por tanto, debe llevarnos a transformar nuestra mentalidad según la lógica de Cristo, que es la lógica de la caridad: Dios es amor y rendirle culto significa servir a los hermanos con amor sincero y generoso.

Esta narración evangélica ofrece la "unidad de medida", es decir, la universalidad del amor que se dirige hacia el necesitado encontrado ‘casualmente' (cf. Lucas 10, 31), quienquiera que sea" (encíclica Deus caritas est, 25).

Junto a esta regla universal, se da también una exigencia específicamente eclesial: "que, precisamente en la Iglesia misma como familia, ninguno de sus miembros sufra por encontrarse en necesidad" (ibídem).

El programa del cristiano, aprendido de la enseñanza de Jesús, es "un corazón que ve" dónde hay necesidad de amor, y que actúa coherentemente (Cf. ibídem 31).

Queridos amigos: deseo recordar también que hoy la Iglesia celebra a san Benito de Nursia, el gran patrono de mi pontificado, padre y legislador del monaquismo occidental. Él, como narra san Gregorio Magno, "fue un hombre de vida santa... de nombre y por la gracia" (Dialoghi, II, 1: Bibliotheca Gregorii Magni IV, Roma 2000, p. 136). "

Escribió una Regla para los monjes... espejo de un magisterio encarnado en su persona: de hecho, el santo sólo pudo enseñar como vivió" (Ibídem, II, XXXVI: cit., p. 208).

El Papa Pablo VI proclamó a san Benito patrono de Europa, el 24 de octubre de 1964, reconociendo la maravillosa obra que desempeñó en la formación de la civilización europea.

Encomendemos a la Virgen María nuestro camino de fe y, en particular, este tiempo de vacaciones, para que nuestros corazones no pierdan nunca de vista la Palabra de Dios y a los hermanos en dificultad.

[Al final del Ángelus, el Papa saludó a los peregrinos en varios idiomas. En español, dijo:]Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, presentes en esta oración mariana, en particular a los fieles de la Cofradía de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca. En la parábola del Buen Samaritano, proclamada este domingo, Jesús subraya la importancia primordial del mandamiento del amor y nos invita a practicar la misericordia con nuestro prójimo. Por intercesión de la Santísima Virgen María, supliquemos la gracia de tener los mismos sentimientos del corazón de Cristo y de peregrinar por esta vida haciendo el bien. Muchas gracias y feliz domingo.

(www.zenit.org)

sábado, 24 de julio de 2010

SANTIAGO, APOSTOL, PATRONO DE ESPAÑA

Santiago es uno de los doce Apóstoles de Jesús; hijo de Zebedeo. El y su hermano Juan fueron llamados por Jesús mientras estaban arreglando sus redes de pescar en el lago Genesaret.

Recibieron de Cristo el nombre "Boanerges", significando hijos del trueno, por su impetuosidad.

En los evangelios se relata que Santiago tuvo que ver con el milagro de la hija de Jairo. Fue uno de los tres Apóstoles testigos de la Transfiguración y luego Jesús le invitó, también con Pedro y Juan, a compartir mas de cerca Su oración en el Monte de los Olivos.

Los Hechos de los Apóstoles relatan que éstos se dispersaron por todo el mundo para llevar la Buena Nueva. Según una antigua tradición, Santiago el Mayor se fue a España. Primero a Galicia, donde estableció una comunidad cristiana, y luego a la cuidad romana de Cesar Augusto, hoy conocida como Zaragoza.

La Leyenda Aurea de Jacobus de Voragine nos cuenta que las enseñanzas del Apóstol no fueron aceptadas y solo siete personas se convirtieron al Cristianismo. Estos eran conocidos como los "Siete Convertidos de Zaragoza".

Las cosas cambiaron cuando la Virgen Santísima se apareció al Apóstol en esa ciudad, aparición conocida como la Virgen del Pilar. Desde entonces la intercesión de la Virgen hizo que se abrieran extraordinariamente los corazones a la evangelización de España.

En los Hechos de los Apóstoles descubrimos fue el primer apóstol martirizado. Murió asesinado por el rey Herodes Agripa I, el 25 de marzo de 41 AD (día en que la liturgia actual celebra La Anunciación). Según una leyenda, su acusador se arrepintió antes que mataran a Santiago por lo que también fue decapitado. Santiago es conocido como "el Mayor", distinguiéndolo del otro Apóstol, Santiago el Menor.

La tradición también relata que los discípulos de Santiago recogieron su cuerpo y lo trasladaron a Galicia (extremo norte-oeste de España). Su restos mortales están en la basílica edificada en su honor en Santiago de Compostela. En España, Santiago es el mas conocido y querido de todos los santos. En América hay numerosas ciudades dedicadas al Apóstol en Chile, República Dominicana, Cuba y otros países.

(Tomado de la webb de las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María.)

TEMA DE REFLEXION PARA VIGILIAS en AGOSTO

I.- La Santa Misa.- Con Cristo Resucitado

Con la presencia, y en compañía de Cristo Resucitado, ¿qué celebramos cuando vivimos la Santa Misa?

Se celebra el “memorial de la Pascua de Cristo”. Este “memorial” no es un simple recuerdo de un hecho ocurrido hace ya cerca de 2.000 años en el Cenáculo, en el Calvario, pequeña colina de las afueras de Jerusalén.

La Santa Misa no es tampoco una sencilla representación actual de un acontecimiento del pasado, que se lleva a cabo a través de unos ritos y símbolos que lo hacen presente de otra manera. Y mucho menos, la Eucaristía, es únicamente una reunión del pueblo cristiano, que se realiza ante el Altar, y en la que cada uno manifiesta su solidaridad y caridad cristiana con los demás; mientras trae a su memoria la pasión de Cristo y, si acaso, se entristece con su pensamiento.

¿Qué es entonces la Eucaristía? La Eucaristía es una acción viva del mismo Cristo, y de toda la Iglesia –que somos cada uno de nosotros- en unión con Él. “Cuando la Iglesia celebra la Eucaristía, hace memoria de la Pascua de Cristo y éste se hace presente: el sacrificio que Cristo ofreció una vez para siempre en la Cruz, permanece siempre actual” (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1364).

Durante su estancia en la tierra, Cristo no ha podido morir y resucitar delante de cada uno de los seres humanos que entonces habitaban en la tierra. Ha querido sin embargo, que esa muerte reparadora de los pecados de todos los hombres, ese Sacrificio y su Resurrección gloriosa sean actuales ante la mirada de todos los hombres y mujeres de todos los tiempos, hasta la consumación de los siglos. Y que todos, cada uno, la vivamos con Él.

¿Cómo es esto posible? En la Santa Misa el Señor nos ha dejado “una señal clara de su amor”; y nos manifiesta el deseo de “estar siempre cerca de nosotros”; y, a la vez, nos invita a “participar de su Muerte y de su Resurrección” (cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1337).

En la Misa nos unimos en la tierra al sacrificio, muerte y resurrección de Cristo, y Cristo se une a nosotros en adelanto de la unión que nos prepara con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, en la vida eterna.

“La Misa es, a la vez e inseparablemente, el memorial sacrificial en que se perpetúa el sacrificio de la cruz, y el banquete sagrado de la comunión en el Cuerpo y la Sangre del Señor. Pero la celebración del sacrificio eucarístico está totalmente orientada hacia la unión íntima de los fieles con Cristo por medio de la comunión. Comulgar es recibir a Cristo mismo que se ofrece por nosotros” (Catecismo, n. 1382).

Podemos decir, con otras palabras, que la Eucaristía, en cuanto es participación activa del cristiano en la vida, muerte y resurrección de Cristo, es el cauce para una “identificación con Cristo en espíritu y en verdad”, que queda refrendada con la recepción de la Comunión: un encuentro personal con Jesucristo resucitado que viene a nosotros para hacer morada en nosotros.

“De por sí, el sacrificio eucarístico se orienta a la íntima unión de nosotros, los fieles, con Cristo mediante la comunión” (Juan Pablo II). Por eso hemos de recibir la Sagrada Comunión en gracia, libres de pecado: porque recibimos a Quien se murió por nosotros para redimirnos del pecado.
* * * * * *
Cuestionario.

-¿Somos conscientes de que en la Santa Misa está presente Cristo Resucitado?

-¿Vamos a vivir la Eucaristía sabiendo que participamos de la Muerte y de la Resurrección de Cristo?

-Al recibir la Comunión, ¿nos damos cuenta de que acogemos en nuestro corazón a la Persona Viva de Jesucristo?

viernes, 23 de julio de 2010

INTENCIONES DEL PAPA y C.E.E. para AGOSTO

Intención papal general:
Para que los sin trabajo, sin techo y cuantos viven en grave situación de necesidad encuentren comprensión y acogida y sean ayudados de forma concreta a superar las dificultades.

Intención papal misional:
Para que l a Iglesia sea el "Hogar" de todas, pronta a abrir sus puertas a cuantos son obligados a emigrar a otros países por las discriminaciones raciales y religiosas, el hambre y las guerras.

Intención de la CEE:
Que cese por completo el terrorismo, los terroristas se conviertan y las víctimas se encuentren siempre en los católicos el ünguento del amor de Cristo que les ayude a sanar sus heridas.

Tengamos en cuenta éstas intenciones en nuestras vigilias de Adoración en el mes de Agosto

jueves, 8 de julio de 2010

RENOVACION DEL CONSEJO EPISCOPAL DE LA ARCHIDIÓCESIS DE SEVILLA

Con fecha 7 de julio de 2010, el Arzobispo de Sevilla, Mons. Juan José Asenjo Pelegrina, ha realizado los siguientes nombramientos que afectan al Consejo Episcopal de la Archidiócesis: -- Vicario General: M. I. Sr. D. Teodoro León Muñoz
-- Vicario Episcopal de Sevilla I: M. I. Sr. D. Jesús Maya Sánchez
-- Vicario Episcopal de Sevilla II: Rvdo. Sr. D. Rafael Muñoz Pérez
-- Vicario Episcopal de la Vicaria Norte: Rvdo. Sr. D. Marcelino Manzano Vilches
-- Vicario Episcopal de la Vicaría Sur: Rvdo. Sr. D. Luis Rebolo González
-- Vicario Episcopal de la Vicaría Este: Rvdo. Sr. D. Diego Pérez Ojeda
-- Vicario Episcopal de la Vicaría Oeste: Rvdo. Sr. D. Carlos Coloma Ruiz
Canciller-Secretario General: Rvdo. Sr. D. Francisco Román Castro

Mons. Asenjo ha confirmado en sus cargos al Ecónomo Diocesano, Rvdo. Sr. D. Rafael Cano Alcaide, y al Vicario Episcopal para la Vida Consagrada, Rvdo. P. Antonio Alcayde Peral, SS. CC.; y ha nombrado como Presidente del Tribunal de Segunda Instancia al Rvdo. P. Antonio Gordillo Cañas, SJ.

NOMBRAMIENTOS EN EL SEMINARIO METROPOLITANO
-- Rector: Rvdo. Sr. D. Miguel Ángel Núñez Aguilera
-- Vicerrector: Rvdo. Sr. D. Ramón Valdivia Giménez
-- Director Espiritual: M. I. Sr. D. Antonio Hiraldo Velasco

Los restantes nombramientos, que afectan a las Delegaciones Diocesanas y parroquias se harán públicos en los próximos días.

Sevilla, 7 de julio de 2010

viernes, 2 de julio de 2010

TEMA DE REFLEXION PARA LAS JUNTAS DE TURNO EN JULIO

ENCUENTROS CON CRISTO EUCARISTÍA

Julio de 2010.
VII.- Y lléname de tu amor, y de tu gozo.

Jesús, ahora oculto Muéstrame la gloria
Te contemplo. de tu rostro.
Que se cumpla te ruego Y lléname de tu amor
Lo que anhelo. y de tu gozo.

Es el Espíritu Santo Quien impulsa suavemente a nuestro espíritu para arrodillarnos ante el Sagrario; y Quien mueve nuestro corazón y nuestros labios cuando nos atrevemos a decirle:
Adoro te devote, latens deitas. Te adoro con devoción, Dios escondido. Y nuestro espíritu se abre en el afán de adorarle ya para siempre en el Cielo: “llenos de su Amor, y de su Gozo”.

Recordamos de nuevo las palabras del Señor, que tanto escándalo causaron a quienes las oyeron por primera vez: “El que come mi carne y bebe mi sangre tiene la vida eterna y yo le resucitaré en el último día” (Juan 6, 54).

Cristo quiere acompañarnos por los caminos de la tierra; y anunciarnos ya los caminos del Cielo. Vive con nosotros en nuestros quehaceres diarios la luz de la vida eterna; y nos anuncia la resurrección de la carne de nuestro cuerpo “el último día”.

En la Eucaristía descubrimos, en verdad, con el amor de Dios todos los planes que ese amor ha creado para el bien de los hombres.

“Es grandemente admirable que Cristo haya querido hacerse presente en su Iglesia de esta manera singular. Puesto que Cristo iba a dejar a los suyos bajo su forma visible, quiso darnos su presencia sacramental; puesto que iba a ofrecerse en la cruz por nuestra salvación, quiso que tuviéramos el memorial del amor con que nos había amado “hasta el fin”, hasta el don de su vida.

En efecto, en su presencia eucarística permanece misteriosamente en medio de nosotros como quien nos amó y se entregó por nosotros, y se queda bajo los signos que expresan y comunican este amor” (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1380).

Una petición surge del fondo del alma al contemplar la llama encendida de la lámpara del Santísimo:

-“Señor, auméntame la fe, la esperanza, la caridad”.
Aumentará nuestra fe si no tenemos vergüenza de manifestarle nuestro amor cuando lo recibimos en la Comunión.

Crecerá nuestra esperanza si no olvidamos que la Eucaristía es la manifestación más profunda del amor de Dios hacia nosotros, y que si Cristo se nos da en alimento, con el caminaremos hasta el encuentro definitivo en el Cielo.

Y la caridad llenará nuestro corazón al darnos cuenta de que la Eucaristía nos hace presente la donación total de Dios, que nos amó hasta el fin, y dio su vida en redención por nosotros. Amando a Cristo Sacramentado, aprenderemos a amar a nuestros hermanos, a nuestro prójimo.

Escondido en el Sagrario, Jesucristo nos invita una vez más: “Procuraros no el alimento perecedero, sino el alimento que permanece hasta la vida eterna, el que el Hijo del hombre os da” (Juan 6, 27).

Culto a la Eucaristía. Adoración a Cristo Sacramentado

“La Iglesia y el mundo tienen una gran necesidad del culto eucarístico. Jesús nos espera en este sacramento del amor. No escatimemos tiempo para ir a encontrarlo en la adoración, en la contemplación llena de fe y abierta a reparar las faltas graves y delitos del mundo. No cese nunca nuestra adoración” (Juan Pablo II).

Y nuestra adoración no cesará nunca si movidos por el Espíritu Santo, rogamos a Santa María que nos acompañe a adorar con Ella a su Hijo que nos espera en cada Sagrario.

* * * * * *
Cuestionario.-
-¿Pido ayuda al Espíritu Santo para adorar con un corazón “contrito y humillado”, que el Señor acoge siempre?

-¿Ruego a la Virgen Santísima que me acompañe a recibir a Cristo en la Comunión?

-¿Me preparo para recibir la Eucaristía viviendo la práctica de la “comunión espiritual”: “Yo quisiera, Señor, recibiros con aquella pureza, humildad y devoción con que Te recibió tu Santísima Madre, con el espíritu y el fervor de los Santos”?