domingo, 21 de octubre de 2012

Reunión de la Zona de Andalucía Oriental de la ADORACIÓN NOCTURNA ESPAÑOLA

Ayer día 20 de octubre celebramos en el Seminario Diocesano de Jaén la reunión de Zona de la Adoración Nocturna Española de Andalucía Oriental con asistencia de los Presidentes y representantes de los Consejos Diocesanos de Almeria, Granada, Jaén y Málaga; convocada por su Delegado de Zona D. José Antonio Barroso Torres y presidida por D. José Luis González Aullón, Vicepresidente del Consejo Nacional, acompañado del Vocal nacional de zonas Cayetano Medina. El Consiliario Diocesano de Jaén D. Antonio Aranda tuvo afectuosas palabras de bienvenida al comienzo de la reunión en la que no pudo permanecer más tiempo debido a otros compromisos pastorales previos

En el orden del día un tema de reflexión muy importante y de máxima actualidad: “ El año de la Fe y la Nueva Evangelización” en el que nuestro Vicepresidente expuso de manera clara y concisa las motivaciones y conceptos que nos han de regir a lo largo de éste año de la Fe y la Nueva Evangelización, que será el segundo convocado por un Papa ya que S.S. Pablo VI convocó el Año de la Fe en 1967/68.

Los otros temas de la reunión: “ La promoción de la Adoración Nocturna” y la “ Homogenización de la estructura de nuestras vigilias “ fueron muy participativos e interesantes, opinión generalizada de todos los participantes que se mostraban muy satisfechos del resultado de la reunión; antes de finalizar la misma y a modo de resumen y balance de la reunión un Punto: Compromisos que cada participante entienda debe aplicar en su entorno como respuesta a las reflexiones expuestas y la documentación entregada por D. José Luis.

Creo necesario compartir las mismas con vosotros, de ahí que aproveche este nuestro Blogg como medio de comunicación.

Anoto la necesidad de reflexionar sobre los textos dimanados del Concilio Vaticano II; profundizar en el estudio del Catecismo de la Iglesia Católica apoyándome en el compendio del mismo publicado en 2005 y asimismo contemplare con vosotros el “ Credo del Pueblo de Dios “ sobre el que me extiendo a continuación, si bien debido a la extensión del mismo, (extraído de la webb http://www.vatican.va) se me ocurre fraccionarlo en sucesivas entregas para facilitar nuestra meditación sobre su contenido.

Existen otras publicaciones recomendadas para su estudio sobre la que nos extenderemos a lo largo de este año que finalizará en noviembre de 2013.


CREDO DEL PUEBLO DE DIOS

Solemne Profesión de fe que Pablo VI pronunció el 30 de junio de 1968,
al concluir el Año de la fe proclamado con motivo del XlX centenario
del martirio de los apóstoles Pedro y Pablo en Roma


" Y como en otro tiempo, en Cesarea de Filipo, Simón Pedro, fuera de las opiniones de los hombres, confesó verdaderamente, en nombre de los doce apóstoles, a Cristo, Hijo del Dios vivo, así hoy su humilde Sucesor y Pastor de la Iglesia universal, en nombre de todo el pueblo de Dios, alza su voz para dar un testimonio firmísimo a la Verdad divina, que ha sido confiada a la Iglesia para que la anuncie a todas las gentes.

Queremos que esta nuestra profesión de fe sea lo bastante completa y explícita para satisfacer, de modo apto, a la necesidad de luz que oprime a tantos fieles y a todos aquellos que en el mundo —sea cual fuere el grupo espiritual a que pertenezcan— buscan la Verdad.

Por tanto, para gloria de Dios omnipotente y de nuestro Señor Jesucristo, poniendo la confianza en el auxilio de la Santísima Virgen María y de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo, para utilidad espiritual y progreso de la Iglesia, en nombre de todos los sagrados pastores y fieles cristianos, y en plena comunión con vosotros, hermanos e hijos queridísimos, pronunciamos ahora esta profesión de fe.

Unidad y Trinidad de Dios

8. Creemos en un solo Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Creador de las cosas visibles —como es este mundo en que pasamos nuestra breve vida— y de las cosas invisibles —como son los espíritus puros, que llamamos también ángeles[1]— y también Creador, en cada hombre, del alma espiritual e inmortal[2].

9. Creemos que este Dios único es tan absolutamente uno en su santísima esencia como en todas sus demás perfecciones: en su omnipotencia, en su ciencia infinita, en su providencia, en su voluntad y caridad. Él es el que es, como él mismo reveló a Moisés (cf. Ex 3,14), él es Amor, como nos enseñó el apóstol Juan (cf. 1Jn 4,8) de tal manera que estos dos nombres, Ser y Amor, expresan inefablemente la misma divina esencia de aquel que quiso manifestarse a si mismo a nosotros y que,habitando la luz inaccesible (cf. 1Tim 6,16), está en si mismo sobre todo nombre y sobre todas las cosas e inteligencias creadas. Sólo Dios puede otorgarnos un conocimiento recto y pleno de sí mismo, revelándose a sí mismo como Padre, Hijo y Espíritu Santo, de cuya vida eterna estamos llamados por la gracia a participar, aquí, en la tierra, en la oscuridad de la fe, y después de la muerte, en la luz sempiterna. Los vínculos mutuos que constituyen a las tres personas desde toda la eternidad, cada una de las cuales es el único y mismo Ser divino, son la vida íntima y dichosa del Dios santísimo, la cual supera infinitamente todo aquello que nosotros podemos entender de modo humano[3].

Sin embargo, damos gracias a la divina bondad de que tantísimos creyentes puedan testificar con nosotros ante los hombres la unidad de Dios, aunque no conozcan el misterio de la Santísima Trinidad.



10. Creemos, pues, en Dios, que en toda la eternidad engendra al Hijo; creemos en el Hijo, Verbo de Dios, que es engendrado desde la eternidad; creemos en el Espíritu Santo, persona increada, que procede del Padre y del Hijo como Amor sempiterno de ellos. Así, en las tres personas divinas, que son eternas entre sí e iguales entre sí [4], la vida y la felicidad de Dios enteramente uno abundan sobremanera y se consuman con excelencia suma y gloria propia de la esencia increada; y siempre hay que venerar la unidad en la trinidad y la trinidad en la unidad [5].

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