General: Para que crezca el respeto por la naturaleza, con la conciencia de que toda la creación es obra de Dios confiada a la responsabilidad humana.
Misionera: Para que los obispos, los presbíteros y los diáconos sean incansables anunciadores del Evangelio hasta los confines de la tierra
jueves, 28 de febrero de 2013
ORACIÓN POR EL PAPA BENEDICTO XVI
Oh Jesús, Rey y Señor de la Iglesia: renuevo en tu presencia mi adhesión incondicional a tu Vicario en la tierra, el Papa. En él tú has querido mostrarnos el camino seguro y cierto que debemos seguir en medio de la desorientación, la inquietud y el desasosiego.
Creo firmemente que por medio de él tú nos gobiernas, enseñas y santificas, y bajo su cayado formamos la verdadera Iglesia: una, santa, católica y apostólica.
Concédeme la gracia de amar, vivir y propagar como hijo fiel sus enseñanzas.
Cuida su vida, ilumina su inteligencia, fortalece su espíritu, defiéndelo de las calumnias y de la maldad. Aplaca los vientos erosivos de la infidelidad y la desobediencia, y concédenos que, en torno a él, tu Iglesia se conserve unida, firme en el creer y en el obrar, y sea así el instrumento de tu redención. Así sea.
( Tomado del Blogg del C.D. de la Adoración Nocturna Española )
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Acabo de ver por TV la llegada del Papa a Castelgandolfo, verdaderamente emocionante; el como Nuestro Maestro y Señor ha buscado un lugar para orar y se ha marchado a la montaña; su servicio a la Iglesia ha marcado un camino que pueda ser útil a la misma, como ha solicitado desde el balcón de la que será su residencia durante dos meses. Ha elegido el silencio, la meditación y la oración para estar con el Señor abandonando este mundo complicado, bello porque fue Creado por Dios pero con muchas impurezas, mentiras y falsedades que le hemos añadido los humanos. Los Adoradores cundiendo su ejemplo lo tendremos muy presente en nuestras Vigilias nocturnas. CMS.
TEMA DE REFLEXIÓN para nuestras Vigilias en el mes de MARZO
Reflexiones sobre la Fe. VI
Jesucristo, Hijo Único de Dios (III)
“Nosotros creemos y confesamos que Jesús de Nazaret, nacido judío de una hija de Israel en Belén en el tiempo del rey Herodes el Grande y del emperador César Augusto; de oficio carpintero, muerto, crucificado en Jerusalén, bajo el procurador Poncio Pilato, durante el reinado del emperador Tiberio, es el Hijo eterno de Dios hecho hombre, que “ha salido de Dios” (Jn 13, 3), “bajó del cielo” (Jn 3, 13; 6, 33), “ha venido en carne” (1 Jn 4, 2)” (Catecismo, 423).
Ésta es la segunda gran Verdad afirmada en el Credo, desde los tiempos de los Apóstoles:
“Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo Único de Dios, nacido del Padre antes de todos los tiempos: Dios de Dios, Luz de Luz. Dios verdadero de Dios verdadero”.
A los Apóstoles que le preguntaron, antes de la última cena, que les mostrara al Padre, el Señor respondió: “¡Tánto tiempo que estoy con vosotros, y no sabéis que el Padre y yo somos una misma cosa!”.
“Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva” (Catecismo, 422).
El anuncio de la venida del Hijo de Dios a la tierra es verdaderamente el centro de la fe cristiana, de la verdad católica.
“De la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo”.
“En la catequesis lo que se enseña es a Cristo, el Verbo encarnado e Hijo de Dios y todo lo demás en referencia a Él; el único que enseña es Cristo, y cualquier otro lo hace en la medida en que es portavoz suyo, permitiendo que Cristo enseñe por su boca” (Catecismo, 428).
Ante la Encarnación de Dios, ¿qué ha de hacer el creyente?
Parece obvio responder que lo primero es conocerle. Todos los cristianos al llegar a la mayoría de edad, y aun antes, tendrían que haber leído con una cierta calma y atención los cuatro Evangelios que constituyen, junto con las Epístolas, los Hechos de los Apóstoles y el Apocalipsis, el Nuevo Testamento.
A veces paramos nuestra atención en las buenas enseñanzas que el Señor nos ha dado con su vida y con sus palabras; recordamos el sermón de la Montaña, y hacemos bien, porque Él ha venido a enseñarnos y a darnos ejemplo.
Para que sus enseñanzas arraiguen en nosotros, hemos de conocerle personalmente. Este conocimiento se ilumina al considerar los motivos fundamentales por los que Jesucristo ha bajado a la tierra.
Estos motivos están señalados en el Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 456-460; y podemos enunciarlos en resumen, de esta forma, y meditarlos con frecuencia:
1) El Verbo se encarnó para salvarnos reconciliándonos con Dios: “Dios nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados” (1 Jn 4,10). “El Padre envió a su Hijo para ser salvador del mundo” (1 Jn 4,14).
2) El Verbo se encarnó para hacernos partícipes de la naturaleza divina: “nos ha hecho merced de los preciosos y más grandes bienes prometidos, para que -por éstos- lleguemos a ser partícipes de la naturaleza divina” (2 Pe 1, 4). “Porque tal es la razón por la que el Verbo se hizo hombre, y el Hijo de Dios, Hijo del hombre: para que el hombre al entrar en comunión con el Verbo y al recibir así la filiación divina, se convirtiera en hijo de Dios” (S. Ireneo, Haer. 3,19). “Porque el Hijo de Dios se hizo hombre para hacernos Dios” (S. Atanasio, Inc. 54,3).
3) El Verbo se encarnó para que nosotros conociésemos así el amor de Dios: “En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él” (1 Jn 4,9). “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna” (Jn 3, 16).
3) El Verbo se encarnó para ser nuestro modelo de santidad: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí” (Jn 14, 6). “Aprended de Mí, que soy manso y humilde de corazón” (Mt 11,29). Él es, en efecto, el modelo de las bienaventuranzas y la norma de la ley nueva: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado” (Jn 15,12).
* * * * * *
Cuestionario
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¿Leo con frecuencia los libros del Nuevo Testamento? ¿He leído alguna vez una vida de Cristo: El Señor, de Romano Guardini, por ejemplo?
¿Repaso alguna vez en el Catecismo, las principales verdades de Cristo: que es verdadero Dios y verdadero hombre; que nació de María Virgen; que murió y resucitó; y subió a los Cielos?
En mis ratos de adoración, ¿considero con frecuencia pasajes de la vida de Jesucristo?
MEMORIA DE ACTIVIDADES del CONSEJO DIOCESANO de la Adoración Nocturna Española en LEÓN
Acabamos de recibir la Memoria de actividades que edita el Consejo Diocesano de LEÓN; no conozco otra igual en cuanto a su información y presentación; os recomiendo el acceso a su pagina webb que viene relacionada en nuestro apartado de ENLACES, estoy seguro os agradará. Nuestra felicitación al Secretario del Consejo Diocesano, el hermano Adorador D. Francisco Javier Pérez Pinto y al Presidente Diocesano D. Miguel Ángel Cabezas Fernández, el amigo por el que siento una gran admiración por su dedicación y empeño en servir a la Adoración Nocturna Española. A todos los Adoradores que compartis con la ciudad de Sevilla el amor a San Isidoro en cuya Colegiata teneis a bien Adorar en la noche a Nuestro Señor Jesúcristo en la Eucaristía, ¡ Enhorabuena ¡
Con una información pormenorizada de todos los actos celebrados a lo largo del año de los que he querido separar y compartir con vosotros la lectura de la reunión celebrada con los Jefes y Secretarios de Turno el pasado 19 de Junio; importante por su contenido e importancia y que puede valer para unificar criterios a fin de mantener unas Vigilias de Adoración al Santísimo uniformes en cualquier punto de España.
Desearía poder difundir referencias similares de otros Consejos Diocesanos a fin de beneficiarnos con sus aportaciones y logremos unas celebraciones uniformes, en este caso de las Vigilias Nocturnas y en otros casos, por ejemplo, de las celebraciones de nuestras Vigilias de Espigas, nuestra Función Principal externa.
"El día 19 tuvo lugar en la Sala de Guardia la reunión de Jefes y Secretarios de
Turno, la cual fue presidida por el Director Espiritual, el Presidente y el Secretario del
Consejo Diocesano. Una vez rezadas las preces del
ritual se recordó paso a paso como se debe realizar una
vigilia, desde la celebración de la junta de turno hasta el
final de la misma. Nuestro Director Espiritual D.
Francisco Rodríguez Llamazares dio lectura de lo que
dice nuestro Reglamento Diocesano sobre las vigilias,
explicando con detalle su contenido. Nuestro Presidente
D. Miguel Ángel Cabezas Fernández, va sugiriendo las
líneas generales referidas a los turnos de vela ante el
Santísimo; componentes, tiempo, oración personal, etc. Todo ello para recordar la
importancia de que todos los turnos celebren sus vigilias de igual manera, siempre tal y
como viene indicado en nuestro reglamento."
Con una información pormenorizada de todos los actos celebrados a lo largo del año de los que he querido separar y compartir con vosotros la lectura de la reunión celebrada con los Jefes y Secretarios de Turno el pasado 19 de Junio; importante por su contenido e importancia y que puede valer para unificar criterios a fin de mantener unas Vigilias de Adoración al Santísimo uniformes en cualquier punto de España.
Desearía poder difundir referencias similares de otros Consejos Diocesanos a fin de beneficiarnos con sus aportaciones y logremos unas celebraciones uniformes, en este caso de las Vigilias Nocturnas y en otros casos, por ejemplo, de las celebraciones de nuestras Vigilias de Espigas, nuestra Función Principal externa.
"El día 19 tuvo lugar en la Sala de Guardia la reunión de Jefes y Secretarios de
Turno, la cual fue presidida por el Director Espiritual, el Presidente y el Secretario del
Consejo Diocesano. Una vez rezadas las preces del
ritual se recordó paso a paso como se debe realizar una
vigilia, desde la celebración de la junta de turno hasta el
final de la misma. Nuestro Director Espiritual D.
Francisco Rodríguez Llamazares dio lectura de lo que
dice nuestro Reglamento Diocesano sobre las vigilias,
explicando con detalle su contenido. Nuestro Presidente
D. Miguel Ángel Cabezas Fernández, va sugiriendo las
líneas generales referidas a los turnos de vela ante el
Santísimo; componentes, tiempo, oración personal, etc. Todo ello para recordar la
importancia de que todos los turnos celebren sus vigilias de igual manera, siempre tal y
como viene indicado en nuestro reglamento."
miércoles, 27 de febrero de 2013
ORACIÓN POR EL FOMENTO DE LA ADORACIÓN NOCTURNA
Señor Jesús, que decidiste permanecer con nosotros en el sacramento de la Eucaristía, aumenta nuestra fe en tu presencia y haz crecer en nuestro interior el deseo ferviente de estar contigo adorándote, alabándote y amándote.
Concede, Señor, a tu Iglesia nuevos adoradores, jóvenes adoradores que en silencio fecundo de la noche se dejen hacer y deshacer por Ti, templen su espíritu al fuego de tu amor, contemplen tu rostro crucificado y gocen del esplendor de tu resurrección.
Que tu Espíritu, Señor, nos ayude a comprender que la vitalidad espiritual y apostólica de la Iglesia depende de nuestra unión contigo en la Eucaristía. Solo este encuentro de amor con “quien sabemos nos ama” puede proporcionarnos energías suficientes para salir al encuentro de nuestros hermanos y hacerles sentir tu misericordioso consuelo.
Tú que eres el “Dios con nosotros” y tienes “palabras de vida eterna”, abre los oídos y el corazón de tus hermanos, los hombres, para que sientan tu llamada de Maestro y Pastor y respondan a tu invitación evangélica: “venid a mí, todos los que estáis cansados y agobiados que yo os aliviaré”.
Que tu Madre, modelo e intercesora, nos enseñe, a ser adoradores según tu corazón, adoradores “en espíritu y verdad”. Amén.
lunes, 25 de febrero de 2013
Vigilia Extraordinaria de Acción de Gracias por la persona e intenciones de S.S. BENEDICTUS XVI
Adoración Nocturna Española de Granada
El Consejo Diocesano de ANE Granada invita a todos los adoradores y fieles en general para que asistan el próximo jueves día 28, a la Vigilia extraordinaria que se celebrará en la Capilla de la Misericordia de Granada en acción de gracias por la persona e intenciones de SS. el Papa Benedicto XVI. La Vigilia dará comienzo a las 18 horas y terminará a las 20 horas; hora en que finaliza el pontificado de Su Santidad. A continuación, se invocará al Espíritu Santo para que ilumine el Conclave del que saldrá elegido el nuevo Papa.
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NOS COMPLACE DIVULGAR LA NOTA RECIBIDA PARA SU DIVULGACIÓN. QUE CUNDA LA INICIATIVA ENTRE LOS ADORADORES NOCTURNOS DE MANERA QUE NOS UNAMOS TODOS A LOS ACTOS ORGANIZADOS EN SUS RESPECTIVOS CONSEJOS, O ESPIRITUALMENTE A ÉSTA VIGILIA.
domingo, 24 de febrero de 2013
AÑO INTERNACIONAL DE LA FE. Compendio de la nueva Evangelización
Continuamos meditanto, con el Compendio del Catecismo de la Iglesia, las reflexiones que ha tenido a bien hacerme seguir mi amigo Alberto; puede encontrar en este Blog los tres artículos publicados sobre este mismo tema de entrada, con fecha 29 de octubre, 10 de noviembre y 5 de diciembre del pasado 2012
5.- UN DIOS CREADOR DEL MUNDO
Compendio, números 49 a 64
I.- Punto de partida.-
Nuestras preguntas.-
Al contemplar la naturaleza y la belleza de la obra de la Creación surge la admiración y el
asombro y una pregunta interior sobre el origen de la vida. Son muchas las teorías que hablan
del nacimiento del universo y del mundo en el que vivimos. Algunas parecen negar
la posibilidad de un Dios Creador. ¿El mundo se hizo solo o lo creó un Dios inteligente?
¿Venimos de la materia o de Dios? ¿Lo hizo al principio o lo sigue creando?
La Palabra de Dios.-
«En el principio, creó Dios el Cielo y la tierra (...). Vio Dios todo lo que había hecho y era
muy bueno».
Gn 1,1.31
«Mira el cielo y la tierra, fíjate en todo lo que contienen y verás que Dios lo creó todo de la
nada».
2M 7,28
El testimonio de la Iglesia.-
«Porque tú sólo eres bueno y la fuente de la vida, hiciste todas las cosas para colmarlas de
tus bendiciones y alegrar su multitud con la claridad de tu gloria.
Por eso, innumerables ángeles en tu presencia, contemplando la gloria de tu rostro, te
sirven siempre y te glorifican sin cesar.
Y con ellos también nosotros, llenos de alegría, y por nuestra voz las demás criaturas
aclamamos tu nombre cantando: Santo, santo, santo... »
Prefacio de la Plegaria Eucarística IV
II. Exposición de la fe.-
1. Las obras de Dios.-
Dios ha querido crear el mundo. El mundo no es Dios ni parte de Dios. Podía no haber
existido, pero Dios lo ha querido por su bondad. Para los cristianos es muy importante la
fe en Dios Creador, ya que nos da una manera de contemplar toda la realidad.
Leer nn. 51,53 y 54
51. ¿Por qué es importante afirmar que «en el principio Dios creó el cielo y la tierra» (Gn 1, 1)?
279-289 315
Es importante afirmar que en el principio Dios creó el cielo y la tierra porque la creación es el
fundamento de todos los designios salvíficos de Dios; manifiesta su amor omnipotente y lleno de
sabiduría; es el primer paso hacia la Alianza del Dios único con su pueblo; es el comienzo de la
historia de la salvación, que culmina en Cristo; es la primera respuesta a los interrogantes
fundamentales sobre nuestro origen y nuestro fin.
53. ¿Para qué ha sido creado el mundo?
293-294 319
El mundo ha sido creado para gloria de Dios, el cual ha querido manifestar y comunicar su
bondad, verdad y belleza. El fin último de la Creación es que Dios, en Cristo, pueda ser «todo en
todos» (1 Co 15, 28), para gloria suya y para nuestra felicidad.
«Porque la gloria de Dios es el que el hombre viva, y la vida del hombre es la visión de Dios» (San
Ireneo de Lyon)
54. ¿Cómo ha creado Dios el universo?
295-301 317-320
Dios ha creado el universo libremente con sabiduría y amor. El mundo no es el fruto de una
necesidad, de un destino ciego o del azar. Dios crea «de la nada» (–ex nihilo–: 2 M 7, 28) un
mundo ordenado y bueno, que Él transciende de modo infinito. Dios conserva en el ser el mundo
que ha creado y lo sostiene, dándole la capacidad de actuar y llevándolo a su realización, por
medio de su Hijo y del Espíritu Santo.
La Creación del mundo es obra del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, porque hay un
único Dios y su obrar es común a las tres personas.
Leer nn. 49 y 52
49. ¿Cómo obran las tres divinas Personas?
257-260 267
Inseparables en su única sustancia, las divinas Personas son también inseparables en su obrar: la
Trinidad tiene una sola y misma operación. Pero en el único obrar divino, cada Persona se hace
presente según el modo que le es propio en la Trinidad.
«Dios mío, Trinidad a quien adoro... pacifica mi alma. Haz de ella tu cielo, tu morada amada y el
lugar de tu reposo. Que yo no te deje jamás solo en ella, sino que yo esté allí enteramente,
totalmente despierta en mi fe, en adoración, entregada sin reservas a tu acción creadora» (Beata
Isabel de la Trinidad)
52. ¿Quién ha creado el mundo?
290-292 316
El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son el principio único e indivisible del mundo, aunque la obra
de la Creación se atribuye especialmente a Dios Padre.
2. La Providencia de Dios y el mal
Decimos que Dios es Todopoderoso y Omnipotente porque todo lo puede. Pero Él no obra
de manera arbitraria o absurda, sino con amor y sabiduría divina. El hombre está llamado
a conocer ese amor y sabiduría y a participar en ellos.
Leer nn. 50, 55 y 56
50. ¿Qué significa que Dios es Todopoderoso?
268-278
Dios se ha revelado como «el Fuerte, el Valeroso» (Sal 24, 8), aquel para quien «nada es
imposible» (Lc 1, 37). Su omnipotencia es universal, misteriosa y se manifiesta en la creación del
mundo de la nada y del hombre por amor, pero sobre todo en la Encarnación y en la Resurrección
de su Hijo, en el don de la adopción filial y en el perdón de los pecados. Por esto la Iglesia en su
oración se dirige a «Dios todopoderoso y eterno» («Omnipotens sempiterne Deus...»).
55. ¿En qué consiste la Providencia divina?
302-306 321
La divina Providencia consiste en las disposiciones con las que Dios conduce a sus criaturas a la
perfección última, a la que Él mismo las ha llamado. Dios es el autor soberano de su designio.
Pero para realizarlo se sirve también de la cooperación de sus criaturas, otorgando al mismo
tiempo a éstas la dignidad de obrar por sí mismas, de ser causa unas de otras.
56. ¿Cómo colabora el hombre con la Providencia divina?
307-308 323
Dios otorga y pide al hombre, respetando su libertad, que colabore con la Providencia mediante
sus acciones, sus oraciones, pero también con sus sufrimientos, suscitando en el hombre «el querer
y el obrar según sus misericordiosos designios» (Flp 2, 13).
A veces, nos sorprende el mal. ¿Cómo es posible que haya mal si el mundo ha sido creado
por Dios? Sabemos que el mal en el mundo tiene su inicio en el pecado del hombre, y que,
en Jesucristo, Dios ha querido dar sentido a todos los dolores de los hombres.
Leer nn. 57 y 58
57. Si Dios es todopoderoso y providente ¿por qué entonces existe el mal?
309-310 324. 400
Al interrogante, tan doloroso como misterioso, sobre la existencia del mal solamente se puede dar
respuesta desde el conjunto de la fe cristiana. Dios no es, en modo alguno, ni directa ni
indirectamente, la causa del mal. Él ilumina el misterio del mal en su Hijo Jesucristo, que ha
muerto y ha resucitado para vencer el gran mal moral, que es el pecado de los hombres y que es la
raíz de los restantes males.
58. ¿Por qué Dios permite el mal?
311-314 324
La fe nos da la certeza de que Dios no permitiría el mal si no hiciera salir el bien del mal mismo.
Esto Dios lo ha realizado ya admirablemente con ocasión de la muerte y resurrección de Cristo: en
efecto, del mayor mal moral, la muerte de su Hijo, Dios ha sacado el mayor de los bienes, la
glorificación de Cristo y nuestra redención.
El cielo y la tierra, lo visible y lo invisible
Cuando en el Credo afirmamos que Dios creó todo lo visible y lo invisible, queremos decir
que, además de los seres materiales, Dios creó a unos seres puramente espirituales, que
son los ángeles. Ellos dan gloria a Dios y le sirven y ayudan en su plan de salvación para
con los hombres.
Leer nn. 59 a 61
59. ¿Qué ha creado Dios?
325-327
La Sagrada Escritura dice: «en el principio creó Dios el cielo y la tierra» (Gn 1, 1). La Iglesia, en su
profesión de fe, proclama que Dios es el creador de todas las cosas visibles e invisibles: de todos los
seres espirituales y materiales, esto es, de los ángeles y del mundo visible y, en particular, del
hombre.
60. ¿Quiénes son los ángeles?
328-333 350-351
Los ángeles son criaturas puramente espirituales, incorpóreas, invisibles e inmortales; son seres
personales dotados de inteligencia y voluntad. Los ángeles, contemplando cara a cara
incesantemente a Dios, lo glorifican, lo sirven y son sus mensajeros en el cumplimiento de la misión
de salvación para todos los hombres.
61. ¿De qué modo los ángeles están presentes en la vida de la Iglesia?
334-336 352
La Iglesia se une a los ángeles para adorar a Dios, invoca la asistencia de los ángeles y celebra
litúrgicamente la memoria de algunos de ellos.
«Cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducirlo a la vida» (San Basilio
Magno)
Toda la creación visible ha sido hecha para el hombre. El hombre es su fin y su cumbre. El
hombre es más que toda la creación, pero las cosas creadas tienen también su dignidad y
reflejan la gloria de Dios.
Leer nn. 62 a 64
62. ¿Qué enseña la Sagrada Escritura sobre la Creación del mundo visible?
337-344
A través del relato de los «seis días» de la Creación, la Sagrada Escritura nos da a conocer el valor
de todo lo creado y su finalidad de alabanza a Dios y de servicio al hombre. Todas las cosas deben su
propia existencia a Dios, de quien reciben la propia bondad y perfección, sus leyes y lugar en el
universo.
63. ¿Cuál es el lugar del hombre en la Creación?
343-344 353
El hombre es la cumbre de la Creación visible, pues ha sido creado a imagen y semejanza de Dios.
64. ¿Qué tipo de relación existe entre las cosas creadas?
342 354
Entre todas las criaturas existe una interdependencia y jerarquía, queridas por Dios. Al mismo
tiempo, entre las criaturas existe una unidad y solidaridad, porque todas ellas tienen el mismo
Creador, son por Él amadas y están ordenadas a su gloria. Respetar las leyes inscritas en la creación
y las relaciones que dimanan de la naturaleza de las cosas es, por lo tanto, un principio de sabiduría
y un fundamento de la moral.
I II . Propuestas para conocer y vivir.-
Reflexión y diálogo:
• ¿Cuál es el fin de la Creación?
• ¿Qué lugar ocupa el hombre en la creación material?
• ¿Qué significa que Dios creó lo «visible y lo invisible»?
• ¿Cuál es el origen y cuál es el sentido del mal?
Recordar:
• Significado de Dios Creador, Todopoderoso.
• Modos de colaboración con la Providencia divina.
Conocer más:
• Contemplar la imagen «Angeles cantores»
de Jan Van Eych, después del número 598 y
leer la explicación.
• Leer el primer relato de la Creación al comienzo del libro del Génesis.
1 Al principio Dios creó el cielo y la tierra.
2 La tierra era algo informe y vacío, las tinieblas cubrían el abismo, y el soplo de Dios se cernía
sobre las aguas.
3 Entonces Dios dijo: «Que exista la luz». Y la luz existió.
4 Dios vio que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas;
5 y llamó Día a la luz y Noche a las tinieblas. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el primer
día.
6 Dios dijo: «Que haya un firmamento en medio de las aguas, para que establezca una separación
entre ellas». Y así sucedió.
7 Dios hizo el firmamento, y este separó las aguas que están debajo de él, de las que están encima de
él;
8 y Dios llamó Cielo al firmamento. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el segundo día.
9 Dios dijo: «Que se reúnan en un solo lugar las aguas que están bajo el cielo, y que aparezca el
suelo firme». Y así sucedió.
10 Dios llamó Tierra al suelo firme y Mar al conjunto de las aguas. Y Dios vio que esto era bueno.
11 Entonces dijo: «Que la tierra produzca vegetales, hierbas que den semilla y árboles frutales, que
den sobre la tierra frutos de su misma especie con su semilla adentro». Y así sucedió.
12 La tierra hizo brotar vegetales, hierba que da semilla según su especie y árboles que dan fruto de
su misma especie con su semilla adentro. Y Dios vio que esto era bueno.
13 Así hubo una tarde y una mañana: este fue el tercer día.
14 Dios dijo: «Que haya astros en el firmamento del cielo para distinguir el día de la noche; que
ellos señalen las fiestas, los días y los años,
15 y que estén como lámparas en el firmamento del cielo para iluminar la tierra». Y así sucedió.
16 Dios hizo que dos grandes astros –el astro mayor para presidir el día y el menor para presidir la
noche– y también hizo las estrellas.
17 Y los puso en el firmamento del cielo para iluminar la tierra,
18 para presidir el día y la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y Dios vio que esto era
bueno.
19 Así hubo una tarde y una mañana: este fue el cuarto día.
20 Dios dijo: «Que las aguas se llenen de una multitud de seres vivientes y que vuelen pájaros sobre
la tierra, por el firmamento del cielo».
21 Dios creó los grandes monstruos marinos, las diversas clases de seres vivientes que llenan las
aguas deslizándose en ellas y todas las especies de animales con alas. Y Dios vio que esto era bueno.
22 Entonces los bendijo, diciendo: «Sean fecundos y multiplíquense; llenen las aguas de los mares y
que las aves se multipliquen sobre la tierra».
23 Así hubo una tarde y una mañana: este fue el quinto día.
24 Dios dijo: «Que la tierra produzca toda clase de seres vivientes: ganado, reptiles y animales
salvajes de toda especie». Y así sucedió.
25 Dios hizo las diversas clases de animales del campo, las diversas clases de ganado y todos los
reptiles de la tierra, cualquiera sea su especie. Y Dios vio que esto era bueno.
26 Dios dijo: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que le estén
sometidos los peces del mar y las aves del cielo, el ganado, las fieras de la tierra, y todos los animales
que se arrastran por el suelo».
27 Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer.
28 Y los bendijo, diciéndoles: «Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen
a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra».
29 Y continuó diciendo: «Yo les doy todas las plantas que producen semilla sobre la tierra, y todos
los árboles que dan frutos con semilla: ellos les servirán de alimento.
30 Y a todas la fieras de la tierra, a todos los pájaros del cielo y a todos los vivientes que se arrastran
por el suelo, les doy como alimento el pasto verde». Y así sucedió.
31 Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno. Así hubo una tarde y una mañana:
este fue el sexto día.
Capítulo 2
1 Así fueron terminados el cielo y la tierra,, y todos los seres que hay en ellos.
2 El séptimo día, Dios concluyó la obra que había hecho, y cesó de hacer la obra que había
emprendido.
3 Dios bendijo el séptimo día y lo consagró, porque en él cesó de hacer la obra que había creado.
4 Este fue el origen del cielo y de la tierra cuando fueron creados.
Llevar a la vida:
• Aprender a mirar la Creación como obra de Dios y a respetarla.
• Ofrecer a Dios el trabajo de cada día.
Para orar:
Del Apéndice oracional, rezar la oración Ángel de Dios.
«Señor, nos acogemos confiadamente a tu providencia, que nunca se equivoca; y te
suplicamos que apartes de nosotros todo mal y nos concedas aquellos beneficios que
pueden ayudarnos para la vida presente y futura. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén».
Misal Romano, oración colecta del IX domingo del tiempo ordinario
sábado, 23 de febrero de 2013
100 años de Adoración al Santísimo en La Guardia (Álava)
8-09-2012
"100 años derramando la luz de Cristo en esta comunidad
cristiana han traído bendiciones que no podemos imaginar".
/Excemo. y Rvdmo. D. Miguel Asurmendi).
Natividad de la Santísima Virgen
Las altas murallas de Laguardia, (que mandó levantar el rey
Sancho el Fuerte de Navarra) con gruesas paredes de 2 metros, guardan en
su interior, a 6 metros de profundidad sus famosas bodegas o "cuevas",
donde el preciado líquido, el vino, va adquiriendo carta de naturaleza. Con
ser esto interesante, mucho más importante, desde el punto de vista
espiritual, es que al Norte del Pueblo se encuentra La iglesia de Santa
María de los Reyes, con uno de los más bellos pórticos góticos en piedra
(finalizado en el siglo XIV), policromado en el XVII y al Sur la iglesia
fortaleza de San Juan Bautista (DECLARADA MONUMENTO
NACIONAL EN 1984) de la que dicen los entendidos que es
prácticamente de estilo gótico (iniciada en estilo románico) y que se amplía
en el siglo XVIII adosando la capilla de Nuestra Señora del Pilar. En el
exterior destaca su portada sur llamada la "puerta de los abuelos"
(Pensamos, creemos acertadamente, que esta puerta adentra, a quien la
traspasa, en el conocimiento, en el saber de los "antiguos", en la experiencia
y sabiduría que los Abuelos transmiten a todo aquel que se detiene a
escucharlos, quien quiera oírlos, que estén interesados en las preguntas que
todo ser humano se hace: ¿De dónde venimos, a dónde vamos, qué
trayectoria ha tenido el pueblo que habita? ¿Cómo era su vida espiritual? ...
y tantas y tantas otras cosas que nos ligan a quienes nos han precedido.
¿Quiénes han sembrado allende las fronteras la semilla de la Palabra del
Señor? Y, curiosamente, entre los grandes personajes de la "Muy Noble,
Leal y Coronada Villa" de Laguardia encontramos al misionero jesuíta,
explorador de la Patagonia, Argentina, JOSÉ CARDIEL (1704 - 1782).
Y en esta hermosa Villa, hace CIEN AÑOS, se inauguró la Sección de
Adoración Nocturna; relevo a relevo se han ido pasando de padres a hijos el
mejor legado de cuantos, cualquier ser humano, pueda dar a otro: La luz del
Sagrario, la Llave del Corazón de Cristo, encerrado en el Sagrario e iniciarlo
en las primeras letras para hablar y para orar con Cristo Jesús: EL MANUAL
DE LOS ADORADORES (el libro-amigo) que contiene los salmos, las
alabanzas, las peticiones, la Palabra. Que pone, a los pies del Maestro ese
problema que no se sabe explicar, esa angustia que no se sabe definir y ese
gozo y alegría que con tal maestría han descrito los antepasados nuestros.
Los adoradores de la Villa alavesa, y feligreses de la misma,
ayudados por el Consejo Diocesano de la Adoración Nocturna de Vitoria
han preparado un excelente programa para festejar tan magno
acontecimiento: Triduo preparatorio para los días 5, 6 7 de septiembre en la
parroquia de San Juan; ejercicio del Santo Rosario y la Sagrada Eucaristía,
durante las cuales los sacerdote D. José Ángel Riofrancos, D. Javier
Valdivielso y D. Antonio Mijangos, han profundizado, en las homilías,
sobre el amor a Cristo Eucaristía. En todos estos actos han estado presentes
el Presidente del Consejo Diocesano, D. Alfredo Sáenz de Ojer, y miembros
del mismo. Para culminar la celebración: una Solemne Vigilia
conmemorativa del Centenario el 8 de septiembre, festividad de la
Natividad de la Santísima Virgen María.
Pero ... antes de recibir a los adoradores de otras provincias, hay que
dejar los recintos sacros, donde tendrán lugar los diversos actos, relucientes
como una patena. Y ... relucientes y preciosas han encontrado todos los
llegados las iglesias de Santa María de los Reyes y la iglesia de San Juan,
delicadamente adornadas con bonitas flores y donde se respiraba el
perfume de amor de quienes habían realizado todas estas tareas. Incluso el
cielo les ha echado una mano y ha descargado sobre la Villa una tormenta
que ha regado y refrescado las calles por donde pasaría Jesús en la Custodia.
Los adoradores invitados han llegado con tiempo para rendir
homenaje a la Madre Celestial, quien los recibe en el pórtico de la iglesia de
Santa María de los Reyes. A sus pies un centro de flores regalo de amor de
sus hijos, perfuma el recinto. Las banderas se mueven, a modo de saludo,
por todos los que no han podido desplazarse hasta el templo. A las 21:30 da
comienzo la procesión de 31 banderas, fieles, adoradores, Consejo
Nacional, representado por: D. José Luis González Aullóny Dña. Consuelo,
su esposa, Consejos Diocesanos de Vitoria, (D. Alfredo Sáenz de Ojer y
Dña. Gema, sus esposa), Valencia, Salamanca, Soria, Burgos, León, Bilbao,
Pamplona, Hermanitas de los Ancianos Desamparados de Logroño,
adoradores de Amurrio, Llodio, Orduña, Vitoria, entre otros, recorren las
calles que evocan las de un pueblo medieval, mientras la bien timbrada voz
de la Religiosa Begoña ( Hermanita de los Ancianos Desamparados) va
rezando el santo Rosario que es respondido por unas 400 voces que
bendicen a la Santísima Virgen, primera adoradora y la piropean con cantos
en su honor hasta llegar a la iglesia de San Juan, donde la Virgen del Pilar,
radiante de gozo, acoge a los participantes y estos la saludan como solo los
hijos saben hacerlo: conquistando su corazón: continuando con el rezo del
Santo Rosario. Grandes y pequeños, todos tiene cabida en esta celebración
y así dos pequeños participan en la lectura-introducción a los misterios que
quedan para su conclusión.
El Presidente del Consejo de Vitoria, hace una breve monición
agradeciendo al Señor Obispo, Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Miguel Asurmendi,
sacerdotes concelebrantes, y a todos los representantes de los Consejos
Nacional y Diocesanos, presentes en el acto, a las Hermanitas de los
Ancianos Desamparados de Logroño, que nos acompañan y colaboran en
esta celebración, y a todos los asistentes a la Solemne Vigilia; al actual
Presidente de Laguardia D. Javier Ángel García y a todos los adoradores y
feligreses de la Villa que han aportado su grano de arena para que todo se
lleve a cabo con la mayor solemnidad posible. Tuvo un recuerdo especial
para un adorador-trabajador incansable en la viña del Señor: Alvaro Valle
(q.e.g.e.), quien fue Presidente de esta Sección. Continúa pidiendo al Padre,
por la intercesión de la Santísima Virgen, que esta Sección siga fiel al Señor.
D. Miguel en la homilía (regaló a los asistentes una preciosa
catcquesis) destacó el don de la fidelidad de un grupo de personas que a lo
largo de los años se han mantenido fieles y han esparcido con su oración la;
bendiciones de Dios en esta población y en las cercanas. El centro de lí
fiesta de hoy es la Santísima Virgen que ha sido designada por Dios Padre
como Madre del Salvador. Es la aurora que precede al nacimiento del Señor
Aurora de salvación que tiene a Dios en el Centro, a Jesús, porque Él es el So,
de la Justicia. Recordó que el 8 de septiembre se cumplen 151 años de la
constitución de la Diócesis de Vitoria por la bula In Celsisima, año 1861,y
los dones y gracias con que el Señor ha bendecido a esta Diócesis,
permitiendo que muchos hijos siembren su Palabra aquí y en tierras de
misión. Decía el Beato Juan Pablo II que cuando el hombre se aleja de Dios,
el mundo se hace inhóspito para el hombre y Benedicto XVI dice: Cuando
el hombre se aleja de Dios el mundo se hace un infierno para el hombre.
CIEN años de derramar la luz de Cristo en esta comunidad cristiana han
traído bendiciones que no podemos imaginar.
Después de la Eucaristía se realiza la Exposición del Santísimo, la
oración de presentación de adoradores e Invitatorio. Los turno de vela
fueron dirigidos: el primero por Adoradores de Vitoria y el segundo por
adoradores del Alto Nervión. Es momento de oración personal, de
encuentro con el Señor, para hablarle y para escucharle porque después
vendrá otro tiempo de alabanza, de dar gracias y de que Jesús salga, bajo
palio, para bendecir los campos y las ciudades todas, la tierra entera y todos
sus habitantes en esta noche mágica donde casi podemos palpar a Dios en la
Custodia, donde los cantos eucarísticos rompen el silencio de la noche y
donde los corazones se acercan más y más a su Salvador, quien los bendice
desde el altar situado en la puerta de la Torre de Santa María o Torre
Abacial. Después de la Reserva un emotivo canto de despedida a Santa
María, "Hoy te quiero cantar", y una ofenda - canto de sus hijos de
Laguardia que dice así: "Ya ha nacido la mística rosa, másfrescay hermosa
que se vio brotar del ameno jardín del eterno, ni en el crudo invierno se ha de
marchitar (bis). Sus suaves aromas quiere regalar al devoto que este
novenario su Santo Rosario sepa recitar".
El Vicepresidente Nacional agradece a los fieles y adoradores la
acogida del Don de la Fidelidad y expresa el deseo de que este siga siendo
recibido por las generaciones venideras y el relevo adorador no se
interrumpa nunca.
¡Enhorabuena, adoradores de Laguardia!
¡Gracias por vuestro amor a JESÚS SACRAMENTADO!
M.C. Llodio
Crónica publicada en " Boletin Adoración Nocturna Diócesis de Vitoria" nº 824
- 14
viernes, 1 de febrero de 2013
TEMA DE REFLEXIÓN PARA EL MES DE FEBRERO
AÑO DE LA FE
- Adoración Nocturna Española -
REFLEXIONES SOBRE LA FE
Reflexiones sobre la Fe. V
Dios Padre y Creador (II)
“Creemos que Dios creó el mundo según su sabiduría. Éste no es un producto de una necesidad cualquiera, de un destino ciego o del azar. Creemos que procede de la voluntad libre de Dios que ha querido hacer partícipes a las criaturas de su ser, de su sabiduría, de su bondad” (Catecismo, n. 295).
“Dios es infinitamente más grande que todas sus obras: “Su majestad es más alta que los cielos” (Sal 8, 2), “su grandeza no tiene medida” (Sal 145, 3). Pero, porque es el Creador soberano y libre, causa primera de todo lo que existe, está presente en lo más íntimo de sus criaturas: “En Él vivimos, nos movemos y somos” (Hch 17, 28)” (Catecismo, 300).
Nosotros podemos con toda verdad hacer nuestras las palabras del Salmista: “Tus manos me han formado. Tú me has pensado, me has creado y querido” (Sal 119, 73).
Esta grandeza creadora paternal de Dios y su transcendencia, a la vez que su cercanía, quedan muy bien reflejadas en la parábola del hijo pródigo, con que Nuestro Señor Jesucristo quiso introducirnos en el misterio inefable del infinito amor de Dios Padre.
En el hijo pródigo estamos reflejados todos los seres humanos. Nos apropiamos de los dones que nos regala Dios, al concedernos la vida; al hacernos partícipes de los sacramentos, en los que se nos da Él mismo; y malgastamos desaprovechando la riqueza recibida, gastando nuestra vida en obras inútiles y malas, que dejan un gran vacío en el alma.
Dios espera que regresemos a Él; que nunca se borre de nuestra conciencia la luz clara de su Paternidad. El hijo pródigo, antes de decidirse a regresar a la casa de su padre, sintió, quizá, miedo por la reacción que su padre le podría mostrar. Un cierto castigo era lógico, pero siguió adelante.
La confianza prevaleció en su corazón. “De mi padre no me puede venir nada malo”, pensó, quizá, y siguió adelante en el camino de regreso. El corazón de su padre, al verlo llegar, se conmovió y lo recibió con los brazos abiertos. Así es Dios Padre; nos libera del pecado cuando le pedimos perdón, y nos acoge como solo un Padre amoroso sabe acoger a un hijo.
Ante este Dios Padre y Creador, que nos da la vida, nos perdona y nos abre las puertas de su corazón y de su vida, puede surgir una pregunta que muchos hombres se hacen, y al no encontrar la respuesta adecuada, tienen la tentación de alejarse de Dios y de cerrarse en sí mismos.
“Si Dios Padre Todopoderoso, Creador del mundo ordenado y bueno, tiene cuidado de sus criaturas, ¿por qué existe el mal? A esta respuesta tan apremiante como inevitable, tan dolorosa como misteriosa no se puede dar una respuesta simple. El conjunto de la fe cristiana constituye la respuesta a esta pregunta: la bondad de la creación, el drama del pecado, el amor paciente de Dios que sale al encuentro del hombre con sus Alianzas, con la Encarnación redentora de su Hijo, con el don del Espíritu , con la congregación de la Iglesia, con la fuerza de los sacramentos, con la llamada a una vida bienaventurada que las criaturas son invitadas a aceptar libremente, pero a la cual, también libremente, por un misterio terrible, pueden negarse o rechazar. No hay un rasgo del mensaje cristiano que no sea en parte una respuesta a la cuestión del mal” (Catecismo, 209).
El misterio del mal, al que tantos papas, tantos santos, tantos doctores de la Iglesia se han referido en sus escritos y en sus predicaciones, sólo se comprende si lo unimos al mal que sufrió Nuestro Señor Jesucristo. Viviendo con Cristo todos los males, desgracias, injusticias que nos pueden sobrevenir y que hemos de padecer, nos daremos cuenta de que ningún sufrimiento se pierde, ningún dolor es inútil, porque todos se convierten en Redención. Cristo vive con nosotros nuestros sufrimientos; y nosotros vivimos con Él su Resurrección. Y así alcanzar la vida eterna, el Cielo, sin mal alguno. Y en el Cielo, descubriremos y gozaremos del Amor Paternal y Misericordioso de Dios.
“Dios es nuestro Padre, porque Él es nuestro Creador. Cada uno de nosotros, cada hombre y cada mujer, somos un milagro de Dios, querido por Él, y conocidos personalmente por Él (…) Dios es nuestro Padre, para Él no somos seres anónimos o impersonales, sino que tenemos un nombre (…) Cada uno de nosotros puede expresar, con esta hermosa imagen, la relación personal con Dios: “Tus manos me han formado. Tú me has pensado, me has creado y querido” (Benedicto XVI, 23-V-2012).
* * * * * *
Cuestionario
--------------------------------------------------------------------------------
Cuando vamos al Sacramento de la Reconciliación y pedimos perdón por nuestros pecados, ¿pensamos alguna vez en la alegría de Dios Padre al darnos su perdón; al acogernos de nuevo en su corazón?
¿Somos conscientes de que la vida eterna consiste en “conocer a Dios Padre, a su Hijo Único, Jesucristo, que Él ha enviado a la tierra?
¿Damos gracias a Dios por habernos creado, por habernos regalado el don de la vida, que hace posible que le conozcamos y que le amemos?
- Adoración Nocturna Española -
REFLEXIONES SOBRE LA FE
Reflexiones sobre la Fe. V
Dios Padre y Creador (II)
“Creemos que Dios creó el mundo según su sabiduría. Éste no es un producto de una necesidad cualquiera, de un destino ciego o del azar. Creemos que procede de la voluntad libre de Dios que ha querido hacer partícipes a las criaturas de su ser, de su sabiduría, de su bondad” (Catecismo, n. 295).
“Dios es infinitamente más grande que todas sus obras: “Su majestad es más alta que los cielos” (Sal 8, 2), “su grandeza no tiene medida” (Sal 145, 3). Pero, porque es el Creador soberano y libre, causa primera de todo lo que existe, está presente en lo más íntimo de sus criaturas: “En Él vivimos, nos movemos y somos” (Hch 17, 28)” (Catecismo, 300).
Nosotros podemos con toda verdad hacer nuestras las palabras del Salmista: “Tus manos me han formado. Tú me has pensado, me has creado y querido” (Sal 119, 73).
Esta grandeza creadora paternal de Dios y su transcendencia, a la vez que su cercanía, quedan muy bien reflejadas en la parábola del hijo pródigo, con que Nuestro Señor Jesucristo quiso introducirnos en el misterio inefable del infinito amor de Dios Padre.
En el hijo pródigo estamos reflejados todos los seres humanos. Nos apropiamos de los dones que nos regala Dios, al concedernos la vida; al hacernos partícipes de los sacramentos, en los que se nos da Él mismo; y malgastamos desaprovechando la riqueza recibida, gastando nuestra vida en obras inútiles y malas, que dejan un gran vacío en el alma.
Dios espera que regresemos a Él; que nunca se borre de nuestra conciencia la luz clara de su Paternidad. El hijo pródigo, antes de decidirse a regresar a la casa de su padre, sintió, quizá, miedo por la reacción que su padre le podría mostrar. Un cierto castigo era lógico, pero siguió adelante.
La confianza prevaleció en su corazón. “De mi padre no me puede venir nada malo”, pensó, quizá, y siguió adelante en el camino de regreso. El corazón de su padre, al verlo llegar, se conmovió y lo recibió con los brazos abiertos. Así es Dios Padre; nos libera del pecado cuando le pedimos perdón, y nos acoge como solo un Padre amoroso sabe acoger a un hijo.
Ante este Dios Padre y Creador, que nos da la vida, nos perdona y nos abre las puertas de su corazón y de su vida, puede surgir una pregunta que muchos hombres se hacen, y al no encontrar la respuesta adecuada, tienen la tentación de alejarse de Dios y de cerrarse en sí mismos.
“Si Dios Padre Todopoderoso, Creador del mundo ordenado y bueno, tiene cuidado de sus criaturas, ¿por qué existe el mal? A esta respuesta tan apremiante como inevitable, tan dolorosa como misteriosa no se puede dar una respuesta simple. El conjunto de la fe cristiana constituye la respuesta a esta pregunta: la bondad de la creación, el drama del pecado, el amor paciente de Dios que sale al encuentro del hombre con sus Alianzas, con la Encarnación redentora de su Hijo, con el don del Espíritu , con la congregación de la Iglesia, con la fuerza de los sacramentos, con la llamada a una vida bienaventurada que las criaturas son invitadas a aceptar libremente, pero a la cual, también libremente, por un misterio terrible, pueden negarse o rechazar. No hay un rasgo del mensaje cristiano que no sea en parte una respuesta a la cuestión del mal” (Catecismo, 209).
El misterio del mal, al que tantos papas, tantos santos, tantos doctores de la Iglesia se han referido en sus escritos y en sus predicaciones, sólo se comprende si lo unimos al mal que sufrió Nuestro Señor Jesucristo. Viviendo con Cristo todos los males, desgracias, injusticias que nos pueden sobrevenir y que hemos de padecer, nos daremos cuenta de que ningún sufrimiento se pierde, ningún dolor es inútil, porque todos se convierten en Redención. Cristo vive con nosotros nuestros sufrimientos; y nosotros vivimos con Él su Resurrección. Y así alcanzar la vida eterna, el Cielo, sin mal alguno. Y en el Cielo, descubriremos y gozaremos del Amor Paternal y Misericordioso de Dios.
“Dios es nuestro Padre, porque Él es nuestro Creador. Cada uno de nosotros, cada hombre y cada mujer, somos un milagro de Dios, querido por Él, y conocidos personalmente por Él (…) Dios es nuestro Padre, para Él no somos seres anónimos o impersonales, sino que tenemos un nombre (…) Cada uno de nosotros puede expresar, con esta hermosa imagen, la relación personal con Dios: “Tus manos me han formado. Tú me has pensado, me has creado y querido” (Benedicto XVI, 23-V-2012).
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Cuestionario
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Cuando vamos al Sacramento de la Reconciliación y pedimos perdón por nuestros pecados, ¿pensamos alguna vez en la alegría de Dios Padre al darnos su perdón; al acogernos de nuevo en su corazón?
¿Somos conscientes de que la vida eterna consiste en “conocer a Dios Padre, a su Hijo Único, Jesucristo, que Él ha enviado a la tierra?
¿Damos gracias a Dios por habernos creado, por habernos regalado el don de la vida, que hace posible que le conozcamos y que le amemos?
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