Existen varias ocasiones a lo largo del año en que la Adoración Nocturna Española puede dar público testimonio de su fe en Cristo, pan vivo bajado del cielo, festividad del Corpus Christi, junto a otros grupos eclesiales, y como algo de nuestra Asociación: vigilias de espigas, celebración de centenarios, 125 aniversarios..., tanto en estas celebraciones como en las vigilias de espigas, lo suele hacer doblemente, a través de la procesión de banderas al inicio y con la procesión eucarística para concluir.
Procesión de banderas
Sin duda, es una catequesis para los curiosos y transeúntes ver a un buen grupo de personas rezando y cantando por sus calles, hasta el punto que en más de una ocasión, alguno o alguna que otra, han preguntado qué era aquello y se han unido al cortejo procesional e incluso han participado de la vigilia y es que el Señor puede tocar el corazón del ser humano en cualquier momento y valiéndose de un sinfín de circunstancias.
Esto implica para los que participan en tales manifestaciones públicas de fe una actitud de seriedad y recogimiento, no exenta de alegría propia de los seguidores de Jesús, primero porque acompañamos ni más ni menos que al Señor vivo y verdadero y en segundo lugar por el ejemplo que se da a los que observan.
La evangelización hay que hacerla aprovechando todas las situaciones que se presenten a lo largo de la vida y en estas circunstancias es una ocasión muy propicia si, como suelen hacer los adoradores nocturnos, se parti-cipa de manera consciente de que somos instrumentos del Señor en medio de la sociedad.
Somos privilegiados y hemos de estar eternamente agradecidos al Señor porque además de poder participar de su sacrificio redentor, comerle, tener largos ratos de intimidad con Él en esas horas de oración en la noche, también nos da la posibilidad de mostrarle nuestro amor públicamente. ( Editorial del Boletín editado por el Consejo Diocesano de A.N.E. MÁLAGA para el mes de agosto y septiembre )
No hay comentarios:
Publicar un comentario