jueves, 30 de octubre de 2014

Oración para el fomento de la Adoración Nocturna

Señor Jesús, que decidiste permanecer con nosotros en el sacramento de la
Eucaristía, aumenta nuestra fe en tu presencia y haz crecer en nuestro
interior el deseo ferviente de estar contigo adorándote, alabándote y
amándote.

Concede, Señor, a tu Iglesia nuevos adoradores, jóvenes adoradores que, en el
silencio fecundo de la noche, se dejen hacer y deshacer por Ti, templen su
espíritu al fuego de tu amor, contemplen tu rostro crucificado y gocen del
esplendor de tu resurrección.

Que tu Espíritu, Señor, nos ayude a comprender que la vitalidad espiritual y
apostólica de la Iglesia depende de nuestra unión contigo en la Eucaristía.
Sólo este encuentro de amor con "quien sabemos que nos ama" puede
proporcionarnos energías suficientes para salir al encuentro de nuestros
hermanos y hacerles sentir tu misericordioso consuelo.

Tú que eres el "Dios con nosotros" y tienes "palabras de vida eterna", abre los
oídos y el corazón de tus hermanos, los hombres, para que sientan tu llamada
de Maestro y Pastor y respondan a tu invitación evangélica: "venid a mí, todos
los que estáis cansados y agobiados que yo os aliviaré".
Que tu Madre, modelo e intercesora, nos enseñe a ser adoradores según tu
corazón, adoradores "en espíritu y en verdad". Amén.
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Oraciónes al Santísimo Sacramento del Altar (D. Luis de Trelles)




ORACIÓN DE REPARACIÓN

Señor mío Jesucristo, aquí presente bajo las Especies:

Amantísimo hermano en la humanidad.

Cumpliendo tu promesa permaneces día y noche con nosotros
constantemente, oculto con las apariencias del pan.

Venimos humildes y gozosos, aunque miserables, a hacerte la corte en
esta noche venturosa en nombre y representación de España entera para
rogarte por todas sus necesidades espirituales y temporales; y la mayor
de todas es que no se apague jamás, según has prometido, la brillante luz
indeficiente que resplandece en Roma y que despide tu Vicario; y que a su
lumbre se mantenga y acreciente en nuestro suelo la fe tradicional que
nos transmitieron los mayores.

Te rogamos también que se perpetúe y llegue hasta el fin del mundo en
España nuestro humilde instituto, extendiéndose y arraigándose en
nuestro suelo, para gloria de Dios y mayor culto y devoción de Jesús
Sacramentado.

Cuanto mayor sea nuestra miseria e indignidad y tu grandeza, tanto
mayor brillará tu infinita misericordia en escucharnos y atender nuestras
preces.

En mérito de ellas y de tu infinita bondad, / impetramos por nuestra
nación española ¡ y por todos sus hijos; por los moribundos; por las
benditas almas del purgatorio; por los pecadores; por los incrédulos; y
sobre todo por la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana y su Cabeza
Visible; por nuestros consocios adoradores; / y para todo ello te rogamos
nos envíes el Santo Ángel de la devoción y de la perseverancia en nuestro
oficio; y que así alcancemos después a adorarte en la gloria celestial en
donde vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los
siglos. Amén.
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sábado, 25 de octubre de 2014

Vigilia Interdiocesana en Menorca de los Consejos Diocesanos de A.N.E. en Baleares en recuerdo al Beato Juan Huguet Cardona

VIGILIA INTERDIOCESANA DE LA ZONA DE LAS BALEARES EN FERRERIES (MENORCA) EL 4 DE OCTUBRE DE 2014

Se celebró, conforme a lo previsto, dicha Vigilia Interdiocesana en homenaje al Beato Juan Huguet Cardona, presbítero y mártir, en el primer aniversario de su beatificación, que se cumplirá el próximo día 13 del corriente.


Fue en la localidad donde vivió con su familia desde muy pequeño (había nacido en Alaior) y donde empezó su ministerio sacerdotal, truncado prematuramente, y santamente, por su glorioso martirio el 23 de julio de 1936. Poco después de su primera comunión había ingresado en los Tarsicios de la sección de Ferreries, sección todavía vigente si bien con una media de edad muy elevada.

El Sr. Obispo de Menorca, Mons. Salvador Giménez Valls, presidió todos los actos, renunciando por ello a asistir a la toma de posesión del nuevo Metropolitano, Cardenal Antonio Cañizares Llovera, Arzobispo de Valencia.

Presidió la Misa Estacional en la iglesia de Santa María, de la citada localidad, llena a rebosar, pues coincidía con el inicio del curso catequístico, de familias, niños y representación de todas las edades y generaciones. Concelebraban con el Sr. Obispo, el párroco de Ferreries y director espiritual de aquella sección, Mn. Joan Febrer, el director espiritual de la sección de Mahón y diocesano de Menorca, Mn. Joan Miquel Sastre, el director espiritual de la sección de Ciutadella, Rvdo. D. Silvino Beruete SDB, el director espiritual diocesano de Mallorca y de la sección de sa Pobla, Mn. Joan Pons, y su inmediato antecesor en el cargo, M.I.Mn. Joan Darder. Ejerció su ministerio el vicedirector diocesano de Mallorca, Mn. Joan Juan Bordoy, diácono permanente El presidente de la sección de Calvià (Mallorca), Sr. Joan Juan Lladó, fue el encargado de presentar las intenciones de la vigilia en la oración de los fieles. Lectores, acólitos y cantores los de la comunidad parroquial.

Acabada la misa y expuesto el Santísimo por el Sr. Obispo, se organizó la procesión hacia la histórica parroquia de San Bartolomé, donde reposan los restos del Beato. Cabe notar que se trataba de la primera procesión eucarística en años, pues hace tiempo se dejó de celebrar la del Corpus en la localidad. A pesar de ello, la organización, el orden, el respeto, el silencio y la participación en los cantos (los más populares eucarísticos en catalán y castellano) fue ejemplar, habiéndose escogido el recorrido más largo. Las banderas presentes fueron, además de la local, las de las secciones menorquinas de Mahón y Ciutadella, y las mallorquinas de Palma, Calvià, Sóller y sa Pobla.

Llegados a la parroquia, esta se llenó de fieles. Se calcula que participaron activamente en la vigilia unos 150 por las separatas utilizadas (en la misa y procesión la afluencia fue mayor), además del Sr. Obispo, que presidió en todo momento, y los concelebrantes y diácono mencionados, a los que se unieron Mn. Guillem Pons, vicepostulador de la causa del Beato, y Mn. Gerard Villalonga, vicario general de la Diócesis, además del sacerdote más joven de la misma, recién ordenado.

La vigilia constó de Oficio de Lectura en forma vigiliar prolongada del común de un mártir, con homilía del Sr. Obispo después del evangelio (el párroco había predicado en la misa), oración en silencio, bendición y reserva del Santísimo, cántico de la antífona mariana final (Salve Regina) y veneración a los restos del Beato con cántico apropiado (glosa al evangelio proclamado del “grano de trigo”) y su oración litúrgica, encabezada por el Sr. Obispo y clero.

Resultó sobrecogedor el orden en que se desarrolló la acción litúrgica. El himno y uno de los salmos fueron cantados a cargo del animador musical de la parroquia. Los demás a dos coros, actuando de salmista el delegado de Zona. Fueron lectores un adorador local y otro de Palma, tesorero del Consejo Diocesano. Naturalmente, el diácono proclamó el evangelio. El Te deum fue cantado en gregoriano, alternando clero y fieles. La música se sostuvo dignamente en todo momento a pesar de carecer de acompañamiento instrumental.

La familia del Beato acogió con entusiasmo dichas celebraciones y así nos lo manifestó, al igual que el Sr. Obispo, párroco y numerosos fieles.

Damos gracias a Dios por el buen resultado que nos concedió en su infinita misericordia.

Informa: Santiago M. Amer Pol, Delegado de Zona de A.N.E. en Baleares

¿cuál es el mandamiento mayor de la ley?» Vivamos nuestro Domingo a lo largo de la semana

Artículo J.R.PULIDO; Presidente Diocesano de Toledo; fotografía: celebración de la Misa en el Pleno del Consejo Nacional 2012, en la Casa de Ejercicios Cristo Rey en Pozuelo de Alarcón

Si no vas a Misa estas Lecturas te acercaran a una sintonía más clarificadora,
solidaria y hermosa. Si vas, te servirán de recuerdo y preparación.
Y si no vas, pero quieres ir, te ayudaran a acercarte a la puerta.


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Digo amar a Dios….y me amo a mi mismo

Digo entregarme a Dios…y me busco a mi mismo

Digo soñar con Dios….y pienso en mi propio paraíso.



QUIERO AMARTE SEÑOR

Como Tú me amas a mí

QUIERO AMARTE, SEÑOR

Con la misma alegría con que Tú lo haces

QUIERO AMARTE, SEÑOR

Sin pedir nada a cambio

QUIERO AMARTE, SEÑOR

Con la fuerza que Tú me das

QUIERO AMARTE, SEÑOR

Con el perdón que siempre me ofreces

QUIERO AMARTE, SEÑOR

Con la confianza que pones en mí

QUIERO AMARTE, SEÑOR

Sin engaños y con verdad

QUIERO AMARTE, SEÑOR

Sin palabrería ni falsedad

QUIERO AMARTE, SEÑOR

Amando a todos como Tú lo haces

QUIERO AMARTE, SEÑOR

(Javier Leoz)

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El amor a Dios empuja a darse con el hermano

y, en el hermano, es donde puedo también alcanzar

el amor divino que sale a mi encuentro.

El amor es paciente, afable, servicial; no tiene envidia; no presume ni se engríe;

no es mal educado ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal;

no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad.

Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites.

¿El don de profecía?, se acabará. ¿El don de lenguas?, enmudecerá.

¿El saber?, se acabará. El amor no pasa nunca.

"Si no tengo amor, no soy nada." Carta de San Pablo a los Corintios (13:1)

¡Gracias, Señor!



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Domingo de la Semana 30 del Tiempo Ordinario. Ciclo A
«Amarás a tu prójimo como a ti mismo»

Lectura del libro del Éxodo (22,20-26): Si explotáis a viudas y huérfanos, se encenderá mi ira contra vosotros.

Así dice el Señor:
«No oprimirás ni vejarás al forastero, porque forasteros fuisteis vosotros en Egipto.
No explotarás a viudas ni a huérfanos, porque, si los explotas y ellos gritan a mí, yo los escucharé. Se encenderá mí ira y os haré morir a espada, dejando a vuestras mujeres viudas y a vuestros hijos huérfanos.
Si prestas dinero a uno de mi pueblo, a un pobre que habita contigo, no serás con él un usurero, cargándole intereses.
Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás antes de ponerse el sol, porque no tiene otro vestido para cubrir su cuerpo, ¿y dónde, si no, se va a acostar? Si grita a mí, yo lo escucharé, porque yo soy compasivo.»

Salmo: Sal 17, 2-3a. 3bc-4. 47 y 51ab; Yo te amo, Señor; tú eres mí fortaleza.

Lectura de la Primera carta del apóstol San Pablo a los Tesalonicenses (1,5c-10): Abandonasteis los ídolos para servir a Dios y vivir aguardando la vuelta de su Hijo.

Hermanos:
Sabéis cuál fue nuestra actuación entre vosotros para vuestro bien. Y vosotros seguisteis nuestro ejemplo y el del Señor, acogiendo la palabra entre tanta lucha con la alegría del Espíritu Santo. Así llegasteis a ser un modelo para todos los creyentes de Macedonia y de Acaya.
Desde vuestra Iglesia, la palabra del Señor ha resonado no sólo en Macedonia y en Acaya, sino en todas partes. Vuestra fe en Dios había corrido de boca en boca, de modo que nosotros no teníamos necesidad de explicar nada, ya que ellos mismos cuentan los detalles de la acogida que nos hicisteis: cómo, abandonando los ídolos, os volvisteis a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y vivir aguardando la vuelta de su Hijo Jesús desde el cielo, a quien ha resucitado de entre los muertos y que nos libra del castigo futuro.

Lectura del Santo Evangelio según San Mateo (22,34-40): Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo.

En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba:
-«Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?»
Él le dijo:
-«”Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser.” Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él:
“Amarás a tu prójimo como a ti mismo.”
Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.»

 Pautas para la reflexión personal

 El vínculo entre las lecturas

El Evangelio de este Domingo nos presenta la enseñanza más importante que Jesús nos ha dejado: «el mandamiento del amor». Lo que va a realizar ante la clara malicia de la pregunta, es algo realmente revolucionario: unir el amor a Dios con el amor al prójimo diciendo que ambos son semejantes. En la lectura del Éxodo vemos las prescripciones que debían observar los judíos en relación con los extranjeros, con las viudas, los huérfanos y todos aquellos que se veían en la necesidad de pedir prestado o dejar objetos en prenda para poder obtener lo necesario para la vida. El Señor velará siempre por estas personas ya que Él es «compasivo» y cuida de sus creaturas más necesitadas

Por otra parte, en la carta a los Tesalonicenses, Pablo alaba la fe y el apostolado de aquella naciente comunidad y comprueba que el crecimiento espiritual se debe, en primer lugar, a la apertura al Espíritu Santo. Los tesalonicenses han recibido la Palabra y se han convertido a Dios; viviendo ahora la sana tensión por la venida definitiva del Reconciliador (Segunda Lectura).

 «Sí él me invoca, yo lo escucharé porque soy compasivo»

La lectura del libro del Éxodo hace parte de una colección de leyes y de normas que buscan explicar y aplicar de manera práctica los principios religiosos y morales del Decálogo. Este pasaje nos enseña que no le basta a Dios que se le respete y obedezca; desea que nadie de los que han hecho la Alianza se quede al margen de su amor y por ello impone que la obediencia a sus preceptos pase por el respeto al prójimo y, de manera particular, a los menos favorecidos. Hacer con Dios una alianza implica el ser justo con aquellos por los cuales Él se desvive: los desamparados. Es impresionante el lenguaje de la Ley acerca de las viudas, huérfanos y pobres; pero lo es más todavía el de los profetas: «aprended a hacer el bien, buscad lo justo, dad sus derechos al oprimido, haced justicia al huérfano, abogad por la viuda» (Is 1,17; ver Jr 5,28; Ez 22,7.).

Leemos en el Compendio de Doctrina Social de la Iglesia: «Del Decálogo deriva un compromiso que implica no sólo lo que se refiere a la fidelidad al único Dios verdadero, sino también las relaciones sociales dentro del pueblo de la Alianza. Estas últimas están reguladas especialmente por lo que ha sido llamado “el derecho del pobre”…El don de la liberación y de la tierra prometida, la Alianza del Sinaí y el Decálogo, están, por tanto, íntimamente unidos por una praxis que debe regular el desarrollo de la sociedad israelita en la justicia y en la solidaridad» .

 «Maestro, ¿cuál es el mandamiento mayor de la ley?»

El Evangelio de este Domingo nos presen¬ta el último de cuatro episodios en que se trata de sor¬prender a Jesús en error. En el primero de estos episodios, después que Jesús purificó el templo expul¬sando a los mercaderes, se le acercan los sumos sacerdotes y los ancia¬nos del pueblo para preguntar¬le sobre su autoridad (Mt 21,23). En el segundo (lo hemos visto el Domingo pasado), Jesús escapa de la trampa que le han tendido los fariseos y los herodianos con su pregunta acerca de la licitud de pagar el tributo al César (Mt 22,15-22). En el episodio siguien¬te son los sadu¬ceos los que le presentan un caso difícil, para ridiculizar la fe en la resurrección de los muertos (Mt 22,23-33). La fe en la resurrección era uno de los puntos en que discrepaban fariseos y saduceos: «Los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu, mientras que los fariseos profesan todo eso» (Hch 23,8).

Pero en la introducción del episodio hay algo que a primera vista como que no corresponde: «Los fari¬seos, al enterarse de que Jesús había tapado la boca a los sadu¬ceos, se reunie¬ron en grupo y uno de ellos le preguntó para tentarlo...» Si Jesús había tapado la boca a los saduceos y lo había hecho profesando la fe en la resurrección, se podría pensar que los fariseos estarían conten¬tos y darían la razón a Jesús viendo que coincidía con ellos en un punto de doctrina. Pero no; cuando se trata de oponerse a Jesús, ellos olvi¬dan sus discrepan¬cias con los saduceos y están unidos buscando su ruina. Por eso, viendo que a los sadu¬ceos no les resul¬tó perder a Jesús, lejos de defenderlo por la doctrina que había sustentado, ellos hacen un nuevo inten¬to. Le ponen una pregunta capciosa para ver si cae y les da motivo para desprestigiar¬lo.

Aquí se ubica el episodio de este Domingo que es el cuarto de este tipo que con toda malicia y con ánimo de ponerle a prueba, le pregunta «Maestro, ¿cuál es el mandamiento mayor de la ley?» . La intención es tentarlo, es decir, ponerle una pregunta que induzca a Jesús a dar una res¬puesta errónea que les permita acusarlo o desprestigiarlo. Cuando se trató del tributo al César, Jesús ya había desenmasca¬rado a los fariseos diciéndo¬les: «Hipócritas, ¿por qué me ten¬táis?» (Mt 22,18). Aquí nuevamente vuelven a tentarlo. Pero Jesús no reacciona de esa manera, porque la pregunta, a pesar de su intención torcida, le permite dar una enseñanza fundamen¬tal.

 ¿Qué respuesta esperaban?

Antes de examinar la respuesta de Jesús trataremos de descubrir en qué consiste lo capcioso de la pregunta. La pregunta parece más bien apta para que Jesús se luzca con su res¬puesta. En efecto, todo judío sabía de memoria el «Shemá Israel» y hasta el día de hoy se encuentra en el «Siddur» (el libro de oraciones) como parte de la oración nocturna diaria: «Escu¬cha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Dios. Bendi¬to sea el nombre glorio¬so de su Reino por los siglos. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza». Está tomado del libro del Deutero¬nomio donde se agrega: «Per¬manezcan en tu corazón estas palabras que yo te dicto hoy. Se las repeti¬rás a tus hijos... las atarás en tu mano como una señal y serán como una insignia ante tus ojos...» (Dt 6,7-8). Es obvio que todo judío, interrogado sobre el mandamiento mayor de la ley, habría citado el «Shemá». Si la pregun¬ta fue hecha «para tentarlo» es porque los fariseos espera¬ban que Jesús respondiera otra cosa. Enton¬ces habrían tenido de qué acusarlo.

Entonces, ¿qué respuesta esperaban? Jesús había estado enseñan¬do con mucha energía el mandamiento del amor al prójimo. En el sermón de la montaña había radicalizado los manda¬mien¬tos que se refieren al prójimo: «Se os ha dicho: 'No matarás'... Pues yo os digo: 'Todo aquel que se encolerice contra su hermano será reo'... Se os ha dicho: 'No comete¬rás adulte¬rio'. Pues yo os digo: 'Todo el que mire una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón'... etc.»(Mt 5,21ss). Más adelante, al joven rico que le pregunta qué mandamientos tiene que cum¬plir para alcanzar la vida eterna, Jesús le responde: «No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Mt 19,18-19). Y más explícita¬mente había enseña¬do: «Os doy un mandamien¬to nuevo: que os améis los unos a los otros... Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros» (Jn 13,34; 15,12).

Es probable que los fariseos esperaran que Jesús les diera esa respuesta o alguna parecida. Pero no habían entendido su enseñan¬za. Jesús da la respuesta correcta: «Ama¬rás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Éste es el mayor y el primer mandamiento».

Pero en seguida agre¬ga: «El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo» . Ambos mandamientos no se pueden sepa¬rar, no se puede cumplir uno solo de ellos. El mandamien¬to del amor es uno solo, es indivisi¬ble, el mismo se dirige a Dios y al prójimo; no se trata de dos amores, sino de uno solo; cuando perece uno, perece también el otro. Esto es lo que Jesús quiere enseñar con su respuesta. Por eso concluye: «De estos dos mandamientos penden toda la ley y los profe¬tas», no de uno sino de los dos.

 El mandamiento del amor

El fundamento del amor al prójimo es el amor a Dios; pero la prueba del amor a Dios es el amor al prójimo. San Juan es tajante en este criterio: «Si alguno dice: 'Amo a Dios' y no ama a su hermano es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve. Y hemos recibido de Él este mandamien¬to: quien ama a Dios, ame también a su hermano» (1Jn4,20-21). Por tanto, el mandamiento: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu cora¬zón...» se cumple solamente «amando al prójimo como a ti mismo». Jesús los unió más estrechamente aún, si es posible, cuando dijo, a propósito del juicio final: «Todo lo que hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí lo hicisteis» (Mt 25,40).
No tenemos otro modo de expresar nuestro amor a Él que amándolo en sus hermanos más peque¬ños: los hambrientos, los sedientos, los forasteros, los desnu¬dos, los enfermos, los encarcelados. San Juan de la Cruz comenta este episodio diciendo: «En la tarde de tu vida serás examinado sobre el amor», sin especificar, pues se trata de una sola virtud. Donde falta el amor a Dios lo único que nos queda entre manos es el egoísmo.

 Una palabra del Santo Padre:
«En el pasaje evangélico que acabamos de proclamar, un doctor de la ley interroga a Jesús, con ánimo de ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento mayor de la Ley?». La respuesta del Señor es directa y precisa: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón... Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los profetas» (Mt 22,36-37.39-40). Amarás. En el sentido señalado por el Evangelio, esta palabra implica una innovación profunda; más aún, es la más revolucionaria que haya resonado jamás en el mundo, porque al hombre que la escucha lo transforma radicalmente y lo impulsa a salir de su egoísmo instintivo y a entablar relaciones verdaderas y firmes con Dios y con sus hermanos.
Amarás la vida humana, la vida de toda la comunidad, la vida de la humanidad. Jesús indica un amor total y abierto a Dios y al prójimo, introduciendo así en el mundo la luz de la verdad, o sea, el reconocimiento de la absoluta superioridad del Creador y Padre, y de la dignidad inviolable de su criatura, el hombre, hijo de Dios. Amarás. Este imperativo divino constituye un llamamiento constante para cuantos quieren seguir el camino del Evangelio y contribuir a su difusión en el mundo. Ese llamamiento resuena sin cesar en la Iglesia encaminada ya hacia la histórica meta del año dos mil, que inaugurará el tercer milenio de la era cristiana.»
Juan Pablo II. Homilía en la Misa de la parroquia de San Octavio, 24 de octubre de 1993.

 Vivamos nuestro Domingo a lo largo de la semana

1. «Lo que hicisteis con uno de mis pequeñuelos, lo hicisteis conmigo» (Mt 25,40). Haz un examen de conciencia a partir de pasaje del Evangelio de San Mateo. ¿Cómo vivo de manera concreta el amor al prójimo?

2. Recemos en familia el Salmo responsorial 17(16): «El clamor del inocente».

3. Leamos en el Catecismo de la Iglesia Católica los numerales: 2086.2093- 2094.2196.




viernes, 24 de octubre de 2014

UNA NOCHE EN EL ROCIO EN EL MES DE OCTUBRE





Por tercer año consecutivo la ADORACIÓN NOCTURNA ESPAÑOLA ha celebrado Vigilia Mariana Eucarística en el Santuario de Nuestra Señora del Rocío con el apoyo en su organización y plena colaboración de la Hermandad Matriz.

" Al Rocío hay que venir " dice la copla y los Consejos Diocesanos de A.N.E. en Andalucía Occidental lo asumieron como objetivo en unas de sus reuniones de zona; este año el Presidente nacional D. Carlos Menduiña ratificó con su presencia la importancia que para el Consejo nacional ha supuesto esta iniciativa.

El Presidente de la Hermandad Matriz de Almonte D. Juan Ignacio Reales comentó al Sr. Menduiña su satisfacción porque el Santuario sea punto de encuentro en el fervor religioso Mariano y Eucarístico.

De la Casa rociera de Bollullos del Condado la comitiva de la Adoración Nocturna con sus Banderas partimos hacía el Santuario para unirnos a las Hermandades del Rocío participantes, encabezadas por la Hermandad Matriz.

El rezo del santo Rosario en torno al Santuario y dirigido a través de la magnífica megafonía del Santuario fue solemnísimo; el Estandarte de la Hermandad Matriz lo presidió; el recuerdo de lo noche de Pentecostés se repetía en nuestras mentes.

Presidió la Misa el Vicario delegado por el Sr. Obispo al no poder asistir S.E.R. al acto.

Al finalizar la Eucaristía, el Rector del Seminario Rvdo. D. Antonio Cepeda Lepe se dirigió a todos los fieles: "Es nuestra Madre del Cielo; es tu Madre y Ella quiere le acompañemos durante esta noche aquí en el Santuario Adorando a su Hijo, ¡ Viva la Virgen del Rocío ¡

La petición fue seguida por multitud de fieles: cuatro Turnos de una hora cada uno en la que participaron en total ciento cincuenta fieles aproximadamente; rocieros y adoradores nocturnos.

Impresionante la presencia de Jóvenes que se acercaban a Saludarla con las " buenas noches " como se acostumbra antes de marchar al descanso; observábamos como se quedaban un rato conversando con el Padre; ¡ ésta noche saltaban la valla los corazones plenos de Amor de estos buenos rocieros¡

En la Madrugada, a las cinco de la mañana, se inicia la Procesión para que Jesús Sacramentado bendiga las Marismas del Rocío, ... " bendito, bendito sea Dios los Ángeles cantan y alaban al Señor" Los que lo vivimos mantendremos el recuerdo vivo de esta noche de octubre en el Rocío.
¡ Viva la Madre de Dios; Viva el Pastorcito divino; Viva la Virgen del Rocío ¡
Adorado sea Jesús Sacramentado. Ave María Purísima


viernes, 10 de octubre de 2014

TEMA DE REFLEXION para la Junta de Turno de A.N.E.


Esta noche participaré ( D.m. ) en la Vigilia que celebra mi Turno; noche de encuentro con Jesús Sacramentado bajo la mirada de Su Madre y Madre nuestra María Auxiliadora, mientras descansan los cercanos nosotros pretendemos acompañarle con nuestras oraciones, colectiva, privada y expiatoria; antes en el salón de Juntas meditaremos y debatiremos el TEMA DE REFLEXIÓN, que paso a reproducir:

Bienaventuranzas.-VIII.- Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

¿A quiénes dirige Cristo esta Bienaventuranza? ¿A quiénes podemos llamar misericordiosos, cuando la misericordia parece una virtud que sólo Dios puede vivir, que tanta gloria da a Dios?

Son misericordiosos quienes aman verdaderamente a sus hermanos con el corazón y en el corazón de Cristo y no discriminan a nadie, no juzgan a nadie, no dejan de rezar por nadie, y ofrecen su vida por todos sin esperar nada a cambio.

Son misericordiosos los que tienen su corazón en la miseria moral, física y espiritual de los demás; los compasivos; los que comprenden las debilidades y flaquezas del prójimo y le ayudan a superarlas.

Son misericordiosos quienes no se asustan de ningún mal, conscientes de que en Cristo podemos vencer todo pecado, y saben que hay que vencer el mal con abundancia de bien.

Son misericordiosos quienes, conscientes de su debilidad y de su fragilidad, están abiertos a perdonar a todos los que han procurado hacerles mal. Y los perdonan, aunque los ofensores no reconozcan el mal que han hecho o han pretendido hacer.

Son misericordiosos quienes desagravian a Dios por las ofensas y los pecados de los demás. Tienen el corazón en la pena y el dolor de Cristo, y le acompañan.

Son misericordiosos quienes abren su corazón a las necesidades de los demás, y muy especialmente a las necesidades espirituales. Quienes acogen a todos, no juzgan a nadie, y les ayudan a reconocer su pecado y a pedir perdón. Quienes no condenan a nadie y les animan a arrepentirse de verdad, sin temor, y a pedir perdón de sus pecados.

"No he venido a llamar a justos sino a pecadores" (Mt 9,13). Jesús aceptó la invitación de Mateo a comer en su casa, que se llenó enseguida de publicanos y pecadores. Los fariseos preguntaron a los discípulos por qué comía su Maestro con publicanos y pecadores. Pero fue Jesús el que les respondió: "No necesitan médico los que están sanos, sino los enfermos. Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento” (Mt 9, 10-13).

Cristo, en el episodio de la mujer adúltera, nos da un ejemplo vivo de su corazón misericordioso. Una vez que la mujer admite su pecado, todos los que la acusan quieren apedrearla. El Señor guarda silencio, y después invita a todos a que miren su corazón, su propio pecado. Cristo no la condena: la deja marchar. Le perdona el pecado, y a la vez le recuerda que ha pecado y le incita para que no vuelva a pecar (cfr. Jn 8, 3-11).

Cristo nos ofreció el supremo acto de misericordia cuando, clavado en la Cruz, rogó al Padre por quienes le crucificaban y por cada uno de nosotros, porque también sufrió por nuestros pecados: "Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen" (Lc 23, 34).

Esta bienaventuranza señala uno de los más altos grados de Caridad –junto al martirio- que el hombre puede alcanzar en la tierra. Es la manifestación palpable de que el hombre puede amar como Cristo nos ama. El misericordioso realiza en Cristo ese misterio del amor de Dios que san Pablo desvela en los últimos versículos de su canto a la Caridad: "La caridad todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, lo soporta todo" (1 Cor 13, 6). El corazón del misericordioso mantiene siempre vivo en el mundo el reflejo de la llama de amor del Corazón de Cristo.

“Misericordia quiero y no sacrificio” (Mt 9, 13), recuerda el Señor. El misericordioso vive ese regalo de Dios que es el Espíritu Santo, y que Dios ha derramado en el corazón de los hombres (cfr. Rm, 5, 5).

“Dios rico en misericordia; tardo a la ira” (Ex 34, 5-6). Y tiene el corazón en la miseria y en los pecados de los hombres.

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Cuestionario

1.- ¿Juzgo y desprecio a los demás, sin considerar que yo también soy un pecador?

2.- ¿Desagravio al Señor por los pecados de los demás, y pido perdón al Señor por no haber ayudado a muchos amigos a abandonar su vida de pecado?

3.- ¿Perdono de todo corazón las ofensas e injusticias recibidas, y rezo por quienes me han tratado mal y han querido hacerme daño?

AÑO SANTO JUBILAR TERESIANO en SEVILLA

En la revista Archidiócesis de Sevilla de esta semana, nuestro Arzobispo en su carta pastoral explica las circunstancias de la celebración del año Jubilar Teresiano, la vida de Santa Teresa y nos anima a participar en las celebraciones que en la provincia se van a llevar a cabo; como cita el texto, en Sevilla se centrarán los actos en la Iglesia del Santo Ángel yen el Convento de las Teresas ( Carmelitas Descalzas ). Al reproducir la carta pretendo contribuir a su divulgación entre quienes utilizan mi blogs.

El próximo miércoles, 15 de octubre, memoria litúrgica de santa Teresa de Jesús, con una solemne Eucaristía que celebraremos en la iglesia del Santo Ángel de los Padres Carmelitas, iniciaremos el año jubilar teresiano concedido por la Santa Sede a petición de la Conferencia Episcopal Española con motivo del V Centenario del nacimiento de SantaTeresa.

Efectivamente, Teresa de Cepeda y Ahumada nació en el pequeño pueblo de Gotarrendura, cercano a Ávila, el 28 de marzo de 1515. Fue la tercera de diez hijos, nacidos del matrimonio formado por Alonso Sánchez de Cepeda y Beatriz Dávila de Ahumada.

Su padre, descendiente de adinerados judíos toledanos,fue un hidalgo abulense recio, recto y piadoso, que procuró
a sus hijos una sólida educación cristiana y también una buena formación humanística. A los veinte años, en contra del parecer del padre, que tenía una especial predilección por Teresa, ingresó en el Carmelo de la Encarnación de Ávila, profesando el 3 de noviembre de 1538.

La Encarnación no debía rayar a gran altura espiritual. Allí Teresa, con algún problema de carácter psicosomático, llevó una vida religiosamente anodina. Su conversión a una vida más austera y religiosa tiene lugar hacia 1553. La lectura de las Confesiones de san Agustín, el trato con el franciscano Bernardino de Laredo, autor de Subida del Monte Sión, y con algunos dominicos y jesuitas ilustrados y virtuosos contribuyeron de modo notable a su vuelta a la oración, que muy pronto se vio adornada de fenómenos místicos como nos refiere en el Libro de su vida.

Muy consciente de la relajación que imperaba en la Encarnación y en otros conventos del Carmelo cuyas reglas habían sido atenuadas en 1432 por Eugenio IV, Teresa, con el consejo de san Francisco de Borja y san Pedro de Alcántara, resolvió iniciar la reforma de la Orden para volver al estilo de piedad y oración, austeridad, pobreza y clausura que secularmente le había caracterizado.

El 24 de agosto de 1562 inauguró el convento de San José de Ávila. A partir de entonces comenzará su peregrinaje por toda la rosa de los vientos de la geografía de España, abriendo
conventos -palomarcicos los llamaba ella- con el nuevo espíritu.

En 1571 la Encarnación se sumó a la reforma y la eligió como priora. En Sevilla, a donde llegó muy enferma y donde conoció al P. Jerónimo Gracián, estableció santa Teresa la undécima fundación en mayo de 1575, a pesar de las grandes contradicciones que tuvo que sufrir.

Murió en Alba de Tormes, 4 de octubre de 1582, punto final de sus incesantes viajes y de sus anhelos de reforma. Fue beatificada por Pablo V en abril de 1614 y canonizada en marzo de
1622 por Gregorio XV. Pablo VI la declaró doctora de la Iglesia en 1970.


Sus numerosas obras, casi todas escritas a instancias de sus directores espirituales, transmiten su experiencia espiritual, sus crisis de sequedad o de acedia, o las experiencias místicas tenidas en la oración, que la llenan de paz, de amor a Dios y anhelo de servirle, todo ello expresado con una espontaneidad, un gracejo y belleza inimitables, con una prosa simple, sin adornos ni artificios, en la lengua comúnmente hablada y popular. Por ello, ha sido considerada
como una de las escritoras más importantes de la lengua castellana. Sus experiencias místicas quedan plasmadas en su obra cumbre Las moradas o Castillo interior escritas en
1588, tal vez la obra cimera de la mística católica y una de las más importantes
de la literatura religiosa
universal.

La celebración del V Centenario de su nacimiento tiene una innegable dimensión cultural, pero ante todo debe ser un acontecimiento inequívocamente religioso, una llamada a todos los hijos de la Iglesia a conocer la vida azarosa y atrayente de Teresa, especialmente sus escritos, que han sido estímulo y alimento para la oración de muchas generaciones de cristianos.
Debe servir, sobre todo, para imitar a Teresa en su amor apasionado a Jesucristo,
en su amor a la Iglesia, en cuyo seno quiso morir y por lo que da gracias a Dios en los momentos postreros
de su vida. La celebración del V Centenario nos debe estimular para aspirar como ella con toda determinación a la santidad, viviendo también su amor al silencio, la austeridad y la pobreza.

Santa Teresa, maestra consumada de oración, nos invita a amar la oración, que ella entiende como una necesidad del corazón, como una necesidad vital. Ella la define en el Libro de su vida como “tratar de amistad, estando muchas veces a solas con quien sabemos nos ama”. La entiende además en clave cristológica: “Poned los ojos en Cristo”, pues “…es muy buen amigo Cristo”. Ella estima, por fin, que la tibieza espiritual comienza con el abandono de la oración, pues “la verdadera caída es dejar la oración”.

Deseándoos a todos una celebración gozosa y fecunda del año teresiano, recibid mi saludo fraterno y mi bendición.

+ JUAN JOSÉ ASENJO PELEGRINA
Arzobispo de Sevilla

miércoles, 8 de octubre de 2014

VIGILIA INTERDIOCESANA de la Adoración Nocturna Española en BALEARES


CUATRO SECCIONES DE MALLORCA PARTICIPAN EN LA VIGILIA INTERDIOCESANA DE LA ADORACIÓN NOCTURNA EN MENORCA
Ferreries (Menorca), 06 de de 2014 18:00:00

El Obispo de Menorca, Mons. Salvador Giménez Valls, presidió todos los actos.




El pasado 4 de octubre la Adoración Nocturna de Baleares celebró una Vigilia Interdiocesana en homenaje al Beato Juan Huguet Cardona, sacerdote y mártir, con ocasión del primer aniversario de su beatificación. Fue en la localidad menorquina de Ferreries, donde vivió desde niño (nació en Alaior) y donde, después de la primera comunión, se afilió a Tarsicio, grupo infantil de la Adoración Nocturna. También empezó el ministerio sacerdotal y recibió el martirio en 1936.

El Obispo de Menorca, Mons. Salvador Giménez Valls, presidió todos los actos. Estos comenzaron con la misa estacional en la iglesia de Santa María, en la que tuvo lugar la inauguración del nuevo curso catequístico y en la que participaron los adoradores de las tres secciones de Menorca (Ferreries, Ciutadella y Maó) y de las mallorquinas de Palma, Sóller, Calvià y sa Pobla. Después de la misa y de la exposición del Santísimo se organizó la procesión hacia la iglesia de San Bartolomé, donde reposan los restos del mártir, y se tuvo la víspera en torno al rezo del Oficio de Lectura con participación de unas 150 personas. Reservado el Santísimo, todo el mundo acudió a venerar el sepulcro del Beato.

información publicada por Agencia Baléria

miércoles, 1 de octubre de 2014

VIGILIA CON MOTIVO V CENTENARIO NACIMIENTO SANTA TERESA DE JESUS EN ALBA DE TORMES


Adoradores de las Diócesis de Ávila, Burgos, Ciudad Rodrigo, Plasencia, Valladolid, Zamora y Salamanca se reunieron en Alba de Tormes para participar en una vigilia interdiocesana de acción de gracias con motivo del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa de Jesús.

La Casa Parroquial fue el punto de partida de una celebración que se encaminó hasta la iglesia de san Pedro Apóstol, donde comenzó el rezo de Vísperas y una Eucarístia, presidida por Florentino Gutiérrez, Vicario General de la Diócesis de Salamanca, acompañado por Prudencio Manchado, Director Espiritual de Ciudad Rodrigo y Gonzalo Escamilla, párroco de Alba de Tormes.

Después de la misa, se expuso el Santísimo Sacramento que se trasladó posteriormente a la iglesia de la Anunciación de las MM Carmelitas, lo que sirvió para recordar aquel 25 de enero de 1571,cuando Santa Teresa de Jesús inauguraba la andadura conventual del monasterio de la Anunciación. Allí, los adoradores mostraron su devoción y recogimiento para acto seguido dirigirse al monumento de Santa Teresa de Jesús, realizado por Venancio Blanco y situado junto a la Basilica Teresiana.

Finalmente, los participantes regresaron a la Iglesia de San Pedro donde se reservó solemnemente el Santísimo Sacramento finalizando con el rezo de Completas. Al acabar la celebración tanto el Vicario diocesano, como el Delegado de la Zona Duero de la ANE, agradecieron la presencia de todos los adoradores y se les deseó un feliz regreso a sus lugares de origen. Y por último, pasamos a los salones parroquiales donde tomamos un humilde chocolate, café, pastas, vino o refrescos.

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Reproducimos la noticia publicada en salamancartvaldia, facilitada a través de nuestro Delegado de la Zona Duero, D. Alejandro Delgado Cosme