Han concurrido muchas circunstancias dignas de ser comentadas en mi breve comentario: rezo público del Rosario en torno al Santuario, previo a la Eucaristía celebrada por el Sr. Obispo de Huelva acompañado de ocho concelebrantes entre los que se hallaban el Sr. Vicario General de la Diócesis, Capellán del Santuario, Capellanes de los Consejos Diocesanos de Córdoba y Jaén.
El Sr. Obispo centró su homilía en la figura del Buen Pastor; Pastor joven o como es identificado por los hermanos rocieros “ Pastorcito Divino “ El que se hace pasto para sus ovejas, recordándonos la estrofa del Himno de Laudes de la Solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo: “Oveja perdida, ven sobre mis hombros, que hoy no sólo tu pastor soy, sino tu pasto también” ; se refirió también a la Unidad dentro de la Comunión Eclesial que nos lleva al Amor hacía el hermano con nuestras obras
El magnífico coro musical preparado; el Santuario Abarrotado, incluso la Procesión por los aledaños con S.D.M. hubiesen traído a nuestra Memoria celebraciones rocieras de Pentecostés y del “Rocío Chico” en Agosto. Pero no podían faltar las Banderas Blancas con el anagrama eucarístico de la Sagrada Hostia, circundada por el lema “ Sacramento de piedad. Signo de Unidad, Vinculo de Caridad” con las que cada Sección de la Adoración Nocturna Española presentan su propia identidad recordando a la vez a los que nos precedieron.
Particularmente concurrían otros motivos: coincidía con la sin par Feria de Sevilla y he aquí cómo los que utilizando la Caseta como parte de su Casa celebrábamos el almuerzo familiar que hubo que acortarse algo para preparar el desplazamiento a la Ermita, donde reinaba igualmente una alegría espiritual contagiosa; viaje pasado por un agua que nos acompañó en todo el trayecto de ida y regreso incluso en la celebración Eucarística tras los Turnos de Vela, a las seis de la mañana, en el que se tenía previsto la bendición de las Marismas; como en Semana Santa,cuando llueva, no pudo realizarse la Procesión, sólo las Banderas acompañaron a la Custodia con Jesús Sacramentado bajo palio, mientras el resto de fieles entonaban los cantos eucarísticos propios interrumpidos por el ruido producido al abrir las dos compuertas, situar de cara a la Rocina al Santísimo Sacramento portado por las manos del Sacerdote envueltas por parte del velo humeral, para Bendecir a toda la Marisma.
Bendita agua que, en palabras del Sacerdote habrían de considerarse como la derrama de las Gracias y Dones de Nuestro Señor tan necesarias hoy para todos y todo. Posiblemente, como en Cana, Ella Nuestra Señora del Rocío también la haría aquel comentario “ no tienen agua para sus campos “
Entre los fieles que abarrotaban el Santuario, aproximadamente 350 personas: adoradores, rocieros, rocieros-adoradores, adoradores rocieros y fieles en general; semilla que puede servir de complemento espiritual, dentro de todas las celebraciones que se vienen realizando por la Hermandad Matriz, (que se volcó en la celebración y atenciones con los visitantes) así como del fervor Mariano que surge como florecillas por doquier de aquel sitio para quienes Adorando en la noche a su Hijo nos sintamos llevados de la Mano de Su Madre.
Felicitemos por todo lo ocurrido a la Virgen, Madre nuestra, Señora del Rocío y elevamos las alabanzas y bendiciones al Señor, como esa noche, todos los días, haciendo también un hueco en nuestro tiempo para el rezo del Rosario.
Habría que felicitar a muchas personas, personalmente expresadas a muchas de ellas, y que considero se podría personificar en los Delegados de Zona para Andalucía, Occidental y Oriental y en el Hermano Mayor de la Pontificia, Real e Ilustre Hermandad Matriz de NUESTRA SEÑORA DEL ROCIO de ALMONTE, por la buena organización y empeño empleado para esta Celebración.
Que Nuestro Señor Jesucristo atienda las plegarias de todas las personas participantes y nos bendiga con sus Gracias, nosotros permanezcamos en la oración diaria para alcanzar de su Divina voluntad continúe ésta celebración en años venideros.
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