DE LOS ESCRITOS DEL SIERVO DE DIOS
María: dulce nombre. Fue dado a la Señora en la previsión de sus altos destinos. [...] El nombre de María hubo de ser por lo tanto el más adecuado a la Madre de Dios hecho
hombre y a la Madre de la Eucaristía. (Trelles)
EL NOMBRE DE MARÍA Y LA SAGRADA EUCARISTÍA
María: dulce nombre. Fue dado a la Señora en la previsión de sus altos destinos y como entre todos los fines de la encarnación del Verbo la Eucaristía fue objeto final del amor de
Dios a los hombres, se infiere que en aquel augusto y misterioso nombre ha de encontrase con la maternidad divina algo de la misión del Verbo, que se condensa en el adorable
Sacramento del altar. El nombre de María hubo de ser por lo tanto el más adecuado a la Madre de Dios hecho hombre y a la Madre de la Eucaristía.
La imposición de este nombre fue inspirado a sus santos padres Joaquín y Ana, según se cree piadosamente, por el Espíritu Santo. Por esto el nombre es como un suceso en la
serie de la vida de la Reina de los cielos, así por el gran misterio […..] ó mejor al conjunto de misterios que se hallan encerrados en esta privilegiada criatura, como porque conduce
a distinguir la morada del Verbo, en el mundo […..] edificada por la Sabiduría eterna, con plan y concierto apropiados a su dulce encargo de ser María la casa en la que la misma
Sabiduría eterna había de aposentarse: […..]. A los nueve días del nacimiento de esta hermosísima doncella, sus padres, guardando la costumbre y el precepto, la llevaron al
templo para la ceremonia que debía producir la nominación del recién nacido.
En aquel nombre se simbolizó su Predestinación para madre del Verbo, y así bien en la Encarnación del Verbo viene ya como bosquejada la Hostia pura del Calvario, cuyo
sacrificio se reproduce en el altar, […..]. Las cinco letras del nombre que contemplamos responden a seis del hebreo y cinco del siríaco En este idioma María significa Señora,
Soberana, y en aquél se expresa la idea de Estrella del mar, y en latín y en la lenguas de origen latino […..] significa los mares. […..]
El piadoso Raimundo Jordán, abad de Celles, dice que este nombre fue otorgado a la Virgen purísima por toda la Trinidad beatísima, para que ante aquél doblasen su rodilla los
moradores del cielo, los de la tierra y los de los infiernos y añade, según el P. Croisset, que es tanta la virtud de este nombre, que causa la sonrisa del cielo y la alegría de la tierra,
saltando de júbilo los ángeles cuando se pronuncia este bello nombre de María.
San Bernardo, […..] el teólogo de María, hablando de su ilustre nombre dice que se interpreta estrella del mar, y que conviene a la Madre Virgen; porque ella es en efecto la
preclara y excelente estrella que se elevó necesariamente sobre este mar grande y espacioso del mundo, y el que navegando en él pierda de vista el resplandor de esta estrella,
ha de caer en los escollos procelosos. Si las adversidades de las tribulaciones te azotan […..], llama a María. (LAMPARA del SANTUARIO. tomo VI (1875) pág. 12)
Artículo publicado en el Tríptico nº 62, Septiembre de 2012 de la FUNDACIÓN LUIS DE TRELLES
lunes, 24 de septiembre de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario