sábado, 30 de octubre de 2021
PARA MEDITAR HOY SABADO.-
Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso esta parábola: «Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te dirá: "Cédele el puesto a éste." Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: "Amigo, sube más arriba." Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»
Palabra del Señor
Con esta parábola Jesús no trataba solamente de criticar el orgullo de los fariseos en nombre de las reglas de urbanidad, ni tampoco de predicar la modestia. Jesús intervine porque Dios "derriba a los poderosos y levanta a los humildes".
Muy pronto, Jesús se pondrá en el último puesto de la mesa y se arrodillará a los pies de sus discípulos. Es el amor llevado hasta el fin, ahí radica la omnipotencia de Dios, en que todo lo puede en el amor.
Desde entonces, vivir para nosotros es aceptar recibir, depender y sentirnos dichosos de esta gracia: ser hijos en el Hijo para hacer de nuestra vida una entrega, un permanente servicio.
El reino pertenece a los que vivan esta bendita "locura": “amar sin medida”
*_Rvdo. D. Manuel Blanco_*
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