martes, 9 de noviembre de 2021
PARA MEDITAR HOY MARTES.-
En aquel tiempo, dijo el Señor: «Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: "En seguida, ven y ponte a la mesa" ¿No le diréis: "Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú" ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: "Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer."»
Palabra del Señor
Una vez más este Evangelio subraya la gratuidad del servicio: el único título de gloria de los discípulos consiste en ser los servidores de la gracia. Así debe de ser el creyente, un tipo original que se deja modelar por Dios, con quien se encuentra, como se suele decir "a sus anchas". Todo lo que hace, sabe que es gracia de Dios. Sabe que después de hacer todo lo que uno tiene que hacer, reconoce su "inutilidad" es decir, es consciente que el amor nunca dice basta.
El discípulo es el que se atreve cada día a inventar la caridad y descubrir que el amor está siempre por delante, que por mucho que hagamos siempre, siempre, estaremos en deuda con el que es el Dios del Amor y de la Vida: "Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer."
¿Tu sirves, trabajas, vives tu vida desde esta gratuidad e inutilidad?
*_Rvdo. D. Manuel Blanco_*
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