martes, 11 de mayo de 2021

Para meditar hoy Martes.-

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: “¿Adónde vas?”. Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, os digo es la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo enviaré. Y cuando venga, dejará convicto al mundo acerca de un pecado, de una justicia y de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el príncipe de este mundo está condenado». Palabra del Señor "Os conviene que yo me vaya” El Espíritu da testimonio de que, en las entrañas del mundo, Cristo ha comenzado su revolución. Y aunque la decepción, el desconcierto, el miedo y la tristeza pueden amenazarnos, incluso arrastrarnos, el Espíritu será siempre, en el corazón de los tiempos, la gran respiración de Dios que trae hasta nosotros el sabor de la tierra nueva. Es verdad que seguimos comulgando con las divisiones del mundo, pero el Espíritu es ya el pulso que unifica el gran cuerpo de la humanidad, el pulso que es el mismo corazón de Dios. Necesitamos la presencia del Espíritu pues reforzará nuestros corazones, hará evidente las razones del creer y nos dará el valor necesario para oponernos a la mentalidad de este mundo, cada vez más seguro de si mismo, más persuasivo, más seductor. ¡El Espíritu es nuestro "Defensor", garantía de futuro, camino seguro que nos llevará a la libertad y a un nuevo nacimiento: la vida eterna. *_Rvdo. D. Manuel Blanco_*

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